La Iglesia sigue presionando para que el embarazo siga
El Consejo Presbiteral de la Archidiócesis de Managua se mostró ayer contrario a que se practique un aborto a la niña, al tiempo que expresó su consternación por el caso. El Consejo, presidido por el cardenal nicaragüense, Miguel Obando y Bravo, dijo en un comunicado que la Iglesia católica enseña que «en la decisión sobre la muerte del niño aún no nacido, además de la madre, intervienen con frecuencia otras personas». Agregó que «también son responsables los médicos y el personal sanitario cuando ponen al servicio de la muerte la competencia adquirida para promover la vida», así como «los legisladores que han promovido y aprobado leyes que amparan el aborto». «Invitamos a los fieles católicos a apoyar moral, espiritual y materialmente a la familia (de la niña) en estos críticos momentos», dijeron los sacerdotes. El Procurador de Derechos Humanos, Benjamín Pérez, logró un consenso entre todas las partes, para que los mismos médicos oficiales emitan en las próximas horas una nueva resolución «más clara» sobre si opinan su la menor debe abortar o no. El Consejo, integrado por sacerdotes de las parroquias de las provincias de Managua, Masaya y Carazo, también se solidariza con los sentimientos que embargan a la niña y sus familiares.