En diciembre de 1982, nada más licenciarse en Derecho, fue elegido secretario de la Agrupación del PSOE en León, cargo que compaginó, en los primeros años, con su trabajo de profesor de derecho político.
En 1986 fue incluído en las listas de candidatos socialistas al Congreso de los Diputados como número dos por León. Después de las elecciones del 22 de julio de este mismo año se convirtió en el diputado más jóven de la Cámara.
Zapatero, en la imagen junto a Felipe González y Demetrio Madrid en un mitin en León, fue cada vez adquiriendo más peso en el comité federal del su partido, y sobre todo, en la Secretaría General del PSOE en León, que él mismo presidía.
El líder socialista siempre tuvo un fuerte apego al obrerismo minero, que defendió a capa y espada en sus momentos más difíciles.
La derrota de Felipe González en las elecciones generales de 1996 fue un duro golpe para la familia socialistas. Para Zapatero, significaría el principio de una nueva etapa, los primeros años, a la sombra de Joaquín Almunia.
Su gran salto en política fue el 22 julio del 2000, cuando fue elegido secretario general del PSOE, con el 41,7% de los votos. Su proyecto, 'Nueva Vía', suponía el cambio político y social de su partido.
A partir de entonces su vida cambió totalmente. Se conviertió en el principal líder de la oposición y en el verdadero relevo generacional del PSOE.
Rodríguez Zapatero, en la imagen frente al Hostal de San Marcos (León), abandonó todos sus cargos en la secretaría leonesa y trasladó su residencia a Madrid.
Zapatero, en la imagen junto al portavoz del grupo socialista Jesús Caldera, se caracteriza por ser un político sobrio, metódico, con talante dialogante y claro defensor de las políticas sociales.
El debate sobre el Estado de la Nación del año 2002 le consagró como un 'líder sólido', según los analistas que, incluso, le dieron la victoria en la Cámara frente al experimentado Jose María Aznar.
El líder socialista, precisamente por su condición de jefe de la oposición, se ha convertido en uno de los personajes políticos más importantes del país.
En estos tres años siendo jefe de la oposición se ha reunido con los dirigentes políticos más importantes del mundo e, incluso, con su Santidad el Papa.
A pesar de las distancias entre PP y PSOE, Zapatero ha encontrado puntos de encuentro con la política de Aznar, en capítulos como la lucha contra ETA, la independencia vasca. La huelga general y la guerra de Irak han centrado sus principales desavenencias.
Uno de sus peores tragos en política fue el escándalo de la asamblea de Madrid, que hizo que su partido perdiera la Presidencia de la Comunidad de Madrid.