La UE crea un test que ahorrará millones y evitará experimentar con animales

El comisario europeo de Investigación, Phillipe Busquin, anunció ayer el desarrollo de nuevos tests farmacológicos que salvarán la vida de 200.000 conejos al año utilizados en la experimentación animal y ahorrarán unos 250.000 millones de euros al año a la industria biotecnológica. Esta serie de seis ensayos, que permitirán detectar determinadas sustancias potencialmente negativas en los medicamentos con la ayuda de células sanguíneas, está actualmente en fase de validación y ya ha sido utilizada en más de 200 laboratorios en todo el mundo. Busquin señaló que este nuevo método in vitro es más «preciso, más rápido y más rentable». Los tests sobre conejos consisten en inyectar la sustancia de ensayo en el animal y registrar todo cambio consecutivo de su temperatura corporal, puesto que un incremento significativo de la misma indica la presencia de pirógenos malignos. Es un método que ha permitido controlar la inocuidad de los medicamentos durante más de 50 años, pero ya no está adaptado a las nuevas terapias como aquellas en las que intervienen los productos celulares o agentes específicos de las especies. El nuevo método es menos trabajoso, más barato y más sensible, hasta el punto de que podrá sustituir algún día a la totalidad de los ensayos sobre animales.