Mañana será visible un eclipse total de Luna en España

El Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) informó ayer de que en la madrugada del 15 al 16 de mayo se producirá un eclipse total de Luna que será visible en España a baja altura sobre el horizonte, excepto en las últimas fases de dicho fenómeno, que durará más de cinco horas. El eclipse de Luna empezará a la 1.05 del día 15 y finalizará a las 6.15 horas, según el horario universal, al que se debe sumar una hora en el caso de Canarias y dos para la Península, informa el IAC en un comunicado, en el que se precisa que la fase máxima se producirá entre las 3.00 y las 4.00 horas de tiempo universal. Aunque los eclipses de Luna no son tan espectaculares como los de Sol, la ventaja es que se pueden observar a simple vista sin necesidad de telescopios y durante un periodo de entre 5 y 7 horas. Desde el Observatorio del Teide se hará un seguimiento fotográfico del eclipse y además, se observará desde el telescopio del Departamento de Astrofísica de la Universidad de La Laguna, ubicado en la azotea de la Facultad de Física, añade el IAC. Un eclipse de Luna sucede cuando la Tierra se interpone entre el Sol y dicho cuerpo celeste, agrega. Sombra en el espacio El Sol, de forma similar a una bombilla, emite luz en todas direcciones, y al iluminar la Tierra y la Luna, estos dos astros proyectan una sombra en el espacio. Cuando la Luna atraviesa la sombra que produce la Tierra es cuando se observa un eclipse lunar. Los eclipses de Luna se producen sólo con Luna llena, ya que el Sol y la Luna deben estar en oposición, y además debe darse la circunstancia de que la Luna se encuentre en el punto de corte de la órbita lunar y la terrestre. En el instante en que quede totalmente cubierta no dejará de ser visible sino que adquirirá un tono rojizo, consecuencia de los pocos rayos solares que aún le llegan. No son rayos que inciden directamente desde el Sol, ya que la Tierra está entre ambos astros, sino rayos refractados en la atmósfera terrestre. Como los rojos son los colores que más se desvían por esta causa, sólo los rojos llegan a la Luna y se reflejan en su superficie. El que se oscurezca más ó menos, y el tono rojizo, ocre o anaranjado que adquiera, dependerá de la cantidad y calidad del polvo en suspensión que exista esa noche en la atmósfera terrestre. El último evento de estas características astronómicas observado desde España se produjo el pasado 9 de enero del año 2001. Los amantes de los fenómenos astrológicos tienen ahora una buena oportunidad para contemplar uno de los eclipses más espectaculares por la variedad de colores que se producen durante las cinco horas que dura la secuencia.