Diario de León

El Tribunal autoriza a Julia, de 34 años, a someterse a técnicas de reproducción de un donante anónimo

Un juez impide que una mujer pueda tener un hijo de su marido en coma

El titular del juzgado de primera instancia número 13 de Valencia ha denegado la petición de Julia, la mujer de 34 años que solicitó ser insem

Foto de archivo de Julia en el inicio del juicio el pasado cinco de mayo

Foto de archivo de Julia en el inicio del juicio el pasado cinco de mayo

Publicado por
Eduard Ureña - VALENCIA.
León

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La resolución judicial sí reconoce a la mujer puede someterse a técnicas de reproducción asistida «de un donante anónimo» ya «sin necesitar para ello del consentimiento de su referido esposo» porque «se da la situación de separación de hecho del matrimonio». Tanto la demandante como la primera esposa del accidentado mostraron ayaer su satisfacción por el fallo por lo que anunciaron que no presentarán recurso. La sentencia se produce tras conocerse ayer el caso de otra vecina de Valencia que ha solicitado judicialmente poder ser inseminada con el semen de su marido muerto, conservado en los testículos congelados del difunto. El tribunal considera que una decisión judicial no puede autorizar la inseminación con semen del marido ya que «la paternidad, no sólo no implica per se ningún provecho ni mejora para el que la asume, sino, que, antes al contrario, genera unas cargas y responsabilidades de tal magnitud y trascendencia» que sólo con un «consentimiento personal» se puede asumir. El fallo expone que dado que «el único interés de la mujer es el de poder ser madre a través de reproducción asistida» no existe «obstáculo legal alguno para que ésta pueda libre y lícitamente usar estas técnicas con semen procedente de un donante anónimo» sin necesidad del consentimiento marital cuya necesidad «resulta eliminada» ya que «no puede generarse duda alguna sobre la paternidad del esposo». . Julia B.L. y el accidentado, P.S.M., de 43 años, divorciado y con una hija de cuatro años, contrajeron matrimonio en marzo de 1991. Siete meses después, Pablo sufrió un grave accidente de tráfico que le dejó en estado de coma irreversible. En febrero de 1993, fue indemnizado con 600.000 euros, que la mujer administra y de los que da cuenta anualmente al juzgado. Ella decidió en marzo del pasado año solicitar la autorización judicial necesaria para extraerle semen a su esposo y proceder a una inseminación.

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