Teleteta

Se escandalizaba Aznar con la telebasura. Eso dijo. Muy agudo ha estado aquí el premier. Se enteró de la mierda anteayer, seguramente. Y por los periódicos, a mayor seguridad. Deslumbrado, se cayó del burro a la entrada del Hotel Damasco donde un puñado de oligofrénicos se insultan y se joden. El testerazo que se dio Aznar contra los adoquines de sus televisiones le abrió la mollera y se le reveló la gracia; poniendo voz de Saulo, proclamó: la telebasura nos invade, hagamos una cruzada moral antes de irme y entonces, además de ex-presidente por mis pelotas picadas y no por urna, quedaré como Dios y redentor de costumbres; al menos, eso cree mi consejero espiritual y, en menor medida, mi entrenador. La basura no es sólo democrática y de gusto mayoritario; lo peor es que es negocio, teatro y trampa. Contribuyen sus ganancias al estado de cosas y cuentas en el que estamos (¿nadando o naufragando?). Crean industria y circulación de fondos. Viva la Pepa de Rato... Ya, pero la telebasura es alienante, embrutece; hay que hacer algo. Suave, rapaz, le dijo Pepa de Rato ni lo menees por ahora, ni se te ocurra, abriríamos una seria crisis en el sector audivisual, que es el que a su vez controla el inmenso negocio de los móviles, y los móviles los menea sobre todo Telefónica, que es una empresa tuya, gilipocholo (palabra inventada hace tres días por Garmendia). Además, espera, que han mandado a una enfermera para que vendarte la escalabradura. Y en esto, entró en la sala Yola Berrocal vestida clínicamente de putón portando un folio doblado y embuchado en la canaleta de esa espetera de plástico que luce. Tomó el folio y leyó. Era un estracto de cuentas de beneficio de Teleteta y una nota de puño y letra que decía: «No jodas, bambino». Firmaba Silvio Beslusconi, añadiendo postdata: «Dile a tu cría que tiene dispuesto mi yate cuando precise»... Pepa de Rato esbozó entonces una sonrisa de pícara complicidad y dijo «¿lo ves?»... Ya, y en la televisión de casa, la nuestra, la nacional, ¿que estamos haciendo?... Pues lo mismo, gilipocholo, no perder comba... viva el pasto y las masas... viva la tripa y la bragueta, la Igartiburu y lo que fuere menester... triunfador, que eres un triunfador... con toda la operación triunfal que te adorna, ya son ganas las tuyas de fornicar este chollo.