Peregrinos sin barreras
Se hace camino al andar, dijo el poeta. Las 86 personas que participan en la expedición El Camino de Santiago en Castilla y León para las personas con discapacidad también quieren abrir la senda de un camino más accesible y plural. El grueso de los participantes en esta iniciativa, que coincide con el Año Europeo de las Personas con Discapacidad, salen hoy de Burgos con el doble objetivo de pisar, sentir y disfrutar la ruta jacobea y hacer ver a la sociedad que «también en el tiempo libre las personas con discapacidad son igual al resto de los ciudadanos». Mientras el consejero de Sanidad y Bienestar Social, Carlos Fernández Carriedo, pronunciaba estas palabras en Valladolid, donde se presentó el programa a pesar de que ninguna etapa del camino francés discurre por la capital de la comunidad, en León se disponían a salir en dirección a Burgos los dos microbuses en los que se desplazaron tres personas con parálisis cerebral, una con esclerosis múltiple y otra perteneciente a Aspaym, además de nueve representantes de Asprona (falló uno) y un equipo de voluntarios. de las asociaciones Aspace, Aspaym, Cinco Llagas, Asprona y Ama. La expedición se divide en diez grupos que abordarán otros tantos trayectos en función de las posibilidades de las personas con discapacidad que realizan el Camino de Santiago. Los 21 leoneses se incorporan a los grupos A, B y 5 y 7 que recorrerán 54,6, 62,3, 118,2 y 110,9 kilómetros en seis etapas que discurren por las provincias de Burgos, Palencia y León. Desde León darán un salto en autobús hasta el monte del Gozo para alcanzar Santiago a pie o en silla de ruedas. «Ha sido una iniciativa muy costosa», señaló ayer Teresa Rodríguez, gerente de Aspace León y representante del Consejo Provincial de Minusválidos en la comisión regional Camino de Santiago. Las primeras reuniones para organizar el recorrido se celebraron el año pasado y ha sido necesario realizar obras de adaptación en los albergues de Reliegos, Mansilla y Cacabelos para poder acoger a las personas que se desplazan en silla de ruedas. Esta ha sido la primera lección del camino. «En las reuniones hemos planteado la accesibilidad de los albergues para todo tipo de minusvalías», indica la representante leonesa. No se trata sólo de romper barreras físicas y mentales, sino también de incoporar en los albergues los espacios adecuados para que personas como los operados de laringe puedan lavar sus prótesis con más intimidad que la permiten los baños y servicios comunitarios de los albergues. La etapa entre Reliegos y Mansilla es la primera que realizarán en León, el miércoles 11. Es un recorrido de 5,9 kilómetros que afrontarán tras su llegada a León, el martes a las 17.30 horas, para ser recibidos por la Gerencia de Servicios Sociales y dissfrutar de una visita a la catedral y el casco histórico de la ciudad. Esa noche tendrán oportunidad de conocer Mansilla de las Mulas y reiniciar el camino al día siguiente desde Reliegos, donde pernoctarán. La noche siguiente duermen en Mansilla de las Mulas y el día 12 son trasladados hasta San Justo de la Vega para iniciar la etapa hasta Astorga, donde también tendrán oportunidad de realizar una visita guiada. Desde esta ciudad realizarán al día siguiente la etapa hasta Castrillo de los Polvazares y de aquí a Santiago de Compostela en autobús. 68 personas con discapacidad y 31 voluntarios rompen barreras en el Camino El objetivo es facilitar una «experiencia interior, de cultura y ocio»