Gloriosa victoria
Sin máquina del tiempo, el público de las Justas Medievales logró ayer trasladarse al año 1434, porque asistieron en vivo a la rememoración de la batalla en la que el honorable caballero, don Suero de Quiñones se batía contra un sinfín de espadachines para librarse del embrujo de una mujer. Caballeros, damas y reyes pusieron fin a la celebración de las Justas que durante este fin de semana han convertido a Hospital de Órbigo en algo más que un plató de cine.
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