Las separaciones conflictivas han aumentado un 50% en dos años

En España uno de cada tres matrimonios acaba en ruptura. Aún por detrás de los países europeos con mayor tradición divorcista, el ritmo de aumento de las separaciones se acelera _creció un 28% en el 2001_ y, lo que es peor, se dispara el número de separaciones conflictivas, con un 50% más en los dos últimos ejercicios. Jueces y abogados denuncian en unas jornadas en Madrid las graves repercusiones sobre los hijos menores y la falta de medios judiciales para atender las crisis familiares y la violencia doméstica. Víctimas colaterales de las guerras de sus padres, los niños españoles acusan el clima bélico que destilan muchas separaciones matrimoniales o de pareja. Según las estadísticas judiciales, el 68% de las rupturas son pactadas, lo cual no evita las escaramuzas entre los cónyuges, pero en el 32% restante, con los tribunales de por medio, es muy probable que los hijos acaben como arma arrojadiza de las partes en liza. Un ejemplo. Sólo en Madrid el Defensor del Menor recibió el año pasado un 50% más de quejas sobre cuestiones familiares, aunque los datos son fácilmente extrapolables a otros ámbitos. El 5'5% fueron niños que llamaron agobiados bajo el peso «de la angustia y hasta del sentimiento de culpa por el dramatismo de la separación de sus padres», explicó ayer Pedro Núñez Morgades, Defensor del Menor en la Comunidad de Madrid. Este es el contexto, y los agentes judiciales más cualificados, abogados, fiscales y jueces, reunidos ayer en una mesa redonda sobre El menor en las crisis de convivencia familiar , acusan a los poderes públicos y políticos de falta de voluntad para atender a las familias en situaciones de desgarro afectivo.