«Yo tengo mucho morro»

Numerosos fans leoneses se dieron cita ayer en la terraza de El Corte Inglés para tener un encuentro cercano con David Civera, un cantante que vuelve a la actualidad discográfica a bordo de La Chiqui Big Band , un álbum con el que pretende revalidar el éxito obtenido en pasados estíos con canciones como Dile que la quiero o Que la dentengan . «Preocupado no, pero me gustan los retos, soy muy luchador y me gusta empezar de cero. Es cierto que tengo mucha responsabilidad de cara al verano, parece como si David Civera tuviese la obligación de presentar un tema con todos los ingredientes para que sea un éxito durante estos meses. Estoy orgulloso pero no me lo han puesto fácil», asegura este joven artista al que tampoco asusta la descarnada competencia desatada a raíz del fenómeno Operación Triunfo . «Hay público para todos, cuando hay demanda en el mercado hay competencia y cuando hay competencia se puede competir. Era mucho peor en los 80, que todo eran grupos. El único secreto para mantenerse es estar ahí, trabajar, hacer un buen disco y buscarte tu hueco». El griterío que acompañó su irrupción en el stand habilitado para la firma de discos hizo inevitable referirse a su innegable éxito con el público femenino. «¿Si hace falta ser guapo?, no, aquí tienes la prueba (risas), sólo hay que engominarse un poco (risas). Lo importante es ganarse el corazón de la gente y que te respeten, un artista no es sólo una cara bonita». Pese a esta declaración de principios, su cadera y su movimiento de pelvis comienzan a ser tan famosos como los corpiños de Madonna. «En los conciertos lo más fino que me dicen es que me quite la camiseta, o que mueva el culo (risas) y les tengo que contestar: -señora, que estoy cantando una canción muy bonita-. No me callo (risas)». No se calla y baila como un experto bailarín, aunque puntualiza que no es su fuerte. «Soy de los que tienen morro, tengo mucho. Si, se puede cantar y bailar a la vez pero cuando actúo en directo intento dosificar los pasos porque si no te asfixias. Prefiero cantar bien, que es mi trabajo, y dejar a los bailarines que hagan las coreografías». El próximo 23 de junio presentará en la Plaza Mayor un espectáculo con una estética deudora del swing, el jazz y el ambiente gansteril de los años 30. «Siempre intento sorprender e innovar. Mis discos son como un trailer de la película que luego se va a a ver sobre el escenario. Tenemos un directo mágico en el que pasan muchas cosas».