El ministerio rectifica y decide que la Religión compute para pasar de curso

La asignatura de Religión y su alternativa serán equiparables al resto de materias, según se refleja en los decretos de aplicación de la Ley Orgánica de Calidad de la Enseñanza (Loce). El Gobierno ha satisfecho una vieja reivindicación de los obispos al conferir mayor rango al estudio del hecho religioso desde una perspectiva laica. La disciplina de Historia de las Religiones será sometida a evaluación, computará en el expediente académico y será tenida en cuenta a la hora de pasar a un curso superior, desde la etapa de primaria hasta el bachillerato. A su vez, la calificación de la moralidad católica será ponderada en Bachillerato a efectos de calcular la nota media. La única excepción se refiere a que en ningún caso la puntuación en Religión, ya sea en su variante doctrinal o científica, servirá para conseguir una beca. El tratamiento de la clase de religión ha cambiado con la Ley de Calidad. La norma aprobada crea un área de Sociedad, Cultura y Religión, que se desdobla en dos modalidades: una opción confesional, correspondiente a cualquier credo con el que Estado tenga suscrito acuerdos, y otra laica, en el que se estudia la historia de las religiones. La variante aconfesional se configura como alternativa a la clase de religión católica, para aquellos alumnos cuyos padres no desean que sus hijos sean educados conforme a los principios del cristianismo. El islam apenas tiene presencia en la escuela pública, salvo en Ceuta y Melilla. Con la decisión tomada, la catequesis influye como cualquier otra asignatura fundamental en la nota para acceder a la universidad, por cuanto incide en la calificación que da derecho al título de bachiller. La ministra de Educación, Pilar del Castillo, aseguró que la iniciativa no es producto de las demandas de la jerarquía católica, sino que ha sido tomada a la luz del informe del Consejo de Estado y de las organizaciones educativas. Para la ministra, la reciente visita del Papa a España ha sido un «honor» y un «motivo de orgullo», pero de ningún modo ha influido en los cambios introducidos. Acuerdos Iglesia-Estado La jerarquía católica, sin embargo, aseguró que la medida se inscribe dentro del cumplimiento de los acuerdos entre la Santa Sede y el Estado. El portavoz del Episcopado, Juan Antonio Martínez Camino, no ocultó su contento. «Es un paso adelante en el cumplimiento de los acuerdos Iglesia-Estado y en dar la relevancia que en la educación integral de la persona tiene la asignatura de religión», adujo el secretario de la jerarquía eclesiástica. La enseñanza católica en la escuela ya se evaluaba y tenía su peso en la nota media del expediente académico en la Logse, la anterior ley que regulaba el sistema educativo y que procedía del mandato socialista. Sin embargo, la alternativa a la religión no era objeto de exámenes.