El Supremo de EE UU anula la prohibición?de?la sodomía en Tejas

El día del orgullo gay, que se festeja este fin de semana, será una doble celebración en Estados Unidos tras el fallo del Tribunal Supremo, que ayer declaró inconstitucional la ley del estado de Texas que prohibía mantener sexo anal entre personas del mismo género. Aunque resulte inaudito, trece estados norteamericanos (Tejas, Alabama, Florida, Idaho, Kansas, Louisiana, Missisippi, Missouri, North Carolina, Oklahoma, South Carolina, Utah y Virginia) aún tenían leyes que prohibían la sodomía. Cuatro de ellos, la consideraban un delito entre personas del mismo sexo y los otros nueve la condenaban también entre hombres y mujeres, prohibiendo además el sexo oral. Dichas leyes daban derecho a juzgar a quienes mantuvieran dichas prácticas incluso en la intimidad de su propia casa. Pero el fallo del Tribunal Supremo respecto a Tejas las anula todas, revocando otro dictamen de la misma corte de hace 17 años en el que se reconocía el derecho de los estados a aplicar las llamadas leyes sobre «conducta sexual desviada». La realidad supera a la ficción El caso que ha provocado el fallo del Supremo se remonta a 1998, cuando la policía irrumpió en la casa de un hombre tras recibir la llamada de un vecino que se quejó de "gritos extraños". Al entrar en la casa la policía encontró a Tyron Gardner y John Heddes practicando sexo anal. Ambos fueron arrestados y tras pasar una noche en la cárcel fueron multados con 200 dólares cada uno. Llevaron su caso hasta el Tribunal Supremo aludiendo violación de su libertad privada y ayer, cinco años después, 6 votos frente a 3 les dieron la razón. «El estado no puede degradar su existencia o controlar sus destinos convirtiendo su conducta sexual en un crimen» se afirma en la sentencia. «El caso concierne a dos hombres adultos, con pleno y mutuo consentimiento para practicar la homosexualidad. Su derecho a la libertad bajo la constitución les da derecho a mantener esas conductas sin que el gobierno intervenga» afirma la sentencia del Tribunal Supremo. Cuando en 1986 el mismo Tribunal reconoció el derecho de los estados a aplicar las leyes antisodomía, que entonces regían en 24 de los 37 estados norteamericanos, el movimiento gay organizó fuertes protestas y el Tribunal Supremo recibió críticas de todos los sectores progresistas del país. Con este fallo, en cambio, parecen haber puesto punto final a una legislación anacrónica y discriminatoria. No obstante, algunos de los jueces que se han opuesto al fallo afirman con cierto horror que esta sentencia podría abrir la puerta a los matrimonios entre personas del mismo género, que hoy sólo se permite en el remoto estado de Hawai. «Ahora las raices en las que se apoyan los límites para permitir sólo el matrimonio entre géneros opuestos quedan debilitadas» explicaba después de darse a conocer el fallo el juez Antonin Scalia.