| Reportaje | División en el anglicanismo |
El cisma del doctor John
? El próximo 9 de octubre será ordenado como obispo de Reading, el doctor Jeffrey John, titulado y profesor de teología. Pero es posible que, desde aquí hasta octubre, se haya producido ya un cisma en la iglesia establecida del Reino Unido, porque obispos y líderes seglares consideran que la ordenación de John, que es homosexual, es la gota que desborda el vaso y que les obliga a abandonar la iglesia. El no?mbramiento de John como obispo auxiliar de Reading correspondió al titular de la diócesis de Oxford, Richard Harris, uno de los más prominentes líderes de la corriente liberal dentro de la iglesia anglicana. Unos días después del nombramiento, nueve obispos de la esta confesión, incluido el de Winchester, quinta autoridad de la provincia inglesa, escribieron una carta conjunta al diario The Times : «El doctor John tiene muchas cualidades admirables para trabajar como obispo, pero la cuestión es ¿qué es aceptable como conducta sexual a los ojos de Dios». El obispo de Oxford se quejó de la campaña en los medios de comunicación y aseguró que los críticos en su diócesis eran 80 clérigos y 20 líderes seglares. Ocho obispos escribieron enseguida otra carta a The Times mostrando su apoyo a John y ofreciendo ya la sensación de una iglesia dividida. Los anglicanos de Canadá y de Estados Unidos, denominados episcopalianos, apoyaron la decisión del obispo de Oxford. En aquella época los epicospalianos de New Hampshire habían elegido un obispo gay y los de Canadá ofician matrimonios del mismo sexo. En Australia, las voces públicas se manifestaron en contra de la ordenación. Y el arzobispo de Nigeria, se manifestó opuesto, recordando que, en el último sínodo las iglesias de África, Latinoamérica y Asia se opusieron a la ordenación de gays. El arzobispo se defiende en su carta de quienes le acusan de haber forzado una decisión unilateral que divide a esta iglesia. Decía que ni promovió a John ni se opuso a su nombramiento. Se quejaba después de que los asuntos del sexo ocupen tanto a los eclesiásticos en un mundo tan agitado con otros problemas. Y recordaba que el nuevo obispo John, a quien él ordenará en octubre, cumple las orientaciones del documento 'Asuntos de la Sexualidad Humana'. El documento fue aprobado por un sínodo obispal en 1991, pero nunca ha sido presentado al Sínodo General. Traza una serie de guías sobre la posición de la iglesia anglicana en cuestiones de homosexualidad. «Reconocemos que lo mejor que pueden hacer algunas personas es mantener una relación del mismo sexo amorosa, fiel y exclusiva», afirman los obispos en el documento. Y añaden: «Creamos una distinción entre lo que es apropiado para los seglares y lo que requerimos al clero, que debe ser célibe aunque puede mantener una amistad amorosa y fiel con una persona del mismo sexo». El doctor Jeffrey John no ha tenido inconveniente en confirmar públicamente que cumple esa orientación. Aunque ha mantenido una relación con otro hombre durante 27 años, John afirma que «la relación no se ha expresado sexualmente desde hace años». Y justificó su celibato «porque la iglesia me lo demanda como una disciplina corporativa». Si los liberales creen que estas pautas no podrán resistir el paso del tiempo, los evangelistas recuerdan que la Biblia, en su literalidad, prohibe expresamente la homosexualidad. Uno de los portavoces de la tendencia evangelista, Ralph Giddings, ha calificado el nombramiento de John como un hecho «catastrófico para la unidad de la iglesia de Inglaterra». Y los observadores creen que los anglicanos emprenden el camino hacia una división como la que ya sufrieran hace diez años tras la ordenación de mujeres. «¿Qué es aceptable como conducta sexual a los ojos de Dios?» «Los seglares deben ser célibes aunque pueden mantener una amistad amorosa y fiel con personas de su mismo sexo»