Próxima parada, el paraíso

Se acerca la hora y los nervios están a flor de piel, llevan un año sin verse, aunque se han llamado casi semanalmente, tanto los unos como los otros están ansiosos de volver a encontrarse. «Prohibido llorar», grita uno de los padres, aunque parece que su propuesta no es aceptada por los asistentes. Las familias hablan entre sí para contener los nervios y para pasar el rato hasta que el autobús haga acto de presencia. La asociación «Niños de Bosnia» lleva facilitando cuatro años familias que quieran acoger a los chicos. Para que puedan venir a España los niños no pueden superar los dieciocho años. Además, no puede acogerlos cualquier familia, para ello es imprescindible ser miembro de la asociación. Los niños, alrededor de cincuenta, pasarán en León mes y medio antes de regresar a su país. Durante sus días de estancia tanto la asociación como su familia realizará actividades para que sea lo más acogedora posible. Muchas de las familias de acogida llevan realizando esta tarea varios años, incluso algunos desde que se puso en marcha la asociación. Normalmente los niños que acoge una familia repiten año tras año si la familia está dispuesta. Este verano han llegado más niños para nuevas familias que se han sumado a la propuesta. La mayoría de personas que acogen a estos niños viven en León o su provincia, aunque el toque diferente lo ha puesto una familia valenciana que se ha desplazado hasta León ha recoger a un pequeño, que se llevará a Valencia y retornará concluida la experiencia. Muchos de los niños han pasado experiencias muy duras, a la mayoría de ellos la guerra se llevó a su padre, a su madre o a ambos y durante estos cincuenta días al año, a pesar que la distancia entre España y su país es de cincuenta horas, intentan olvidar las penurias con las que conviven diariamente en su país. Dos monitoras y un miembro de la asociación les acompañan cada años en su largo viaje. Cuando regresen podrán acompañarles el padre o padres que deseen. El modelo de familia de acogida de los pequeños no está claramente predeterminado, aunque la asociación pretende que la convivencia sea estable, ya que los niños deben, al menos durante el mes y medio de estancia. Por último, el presidente de la asociación, Hilario, reparte la información de cada niño, una lista general de todos los que han venido más los datos de la Seguridad Social y ya está todo listo para que puedan comenzar a disfrutar de sus vacaciones