Diario de León

Es una experimentada técnica no quirúrgica que permite corregir los problemas de dientes

Ortodoncia, sonrisas sin complejos

Es necesario desechar hábitos nocivos, como el chupete a partir de los tres años de edad

Publicado por
T. Fernández - león
León

Creado:

Actualizado:

La ortodoncia es una especialidad de la odontología que se ocupa de alinear los dientes (mal colocados, apiñados), corregir los problemas de mordida, guiar la salida de las piezas dentales y el desarrollo de los maxilares, rectificar pequeñas alteraciones esqueléticas (crecimiento o alargamiento excesivo del maxilar inferior) y mejorar la estética facial. En la actualidad no existe edad límite para esta técnica y ha pasado de ser exclusiva de los niños a extenderse a los adultos que quieren solucionar los problemas que arrastran desde la infancia. No obstante, si hay que restaurar malformaciones mandibulares en un paciente adulto al tratamiento ortodóncico se une la llamada cirugía ortognática. De la herencia y los hábitos adquiridos durante los primeros años de vida depende el desarrollo adecuado de huesos y dientes. Por eso, es muy importante diagnosticar el problema en la fase de crecimiento y los especialistas aconsejan tres revisiones periódicas en los niños: a los 3 años (cuando han terminado de salir los 20 dientes temporales o «de leche»), a los 6 (se inicia el recambio de los incisivos y comienzan a salir los primeros molares permanentes) y a los 12 años (con la dentadura definitiva en la boca). Tratamientos Antes de iniciar cualquier tratamiento es prioritario que el paciente goce de una buena salud periodontal y controle su higiene oral. De esta forma, cuando se introduzca un aparato en la boca, con el consiguiente aumento en la retención de restos comida, será más necesario mantenerla limpia y evitar enfermedades (gingivitis, periodontitis). El tratamiento ortopédico de los huesos, bien sea para frenar o estimular su crecimiento, lleva consigo la colocación de unos dispositivos (que se puede poner y quitar el propio paciente) que en ocasiones llegan a dificultar el habla de forma parcial o total. A veces van colocados fuera de la boca (tracción cervical, tracción alta y máscara facial) y se utilizan para solucionar las deficiencias en el crecimiento del maxilar superior, de la mandíbula o para dirigir la correcta ubicación de los molares. Pero si sólo se trata de corregir los dientes, los ortodoncistas recurren a los «brackets», unos aparatos (metálicos o cerámicos) que suelen ir acompañados por gomas elásticas para ayudar a los movimientos. Cuando la dentadura ha quedado correctamente colocada se colocan unas retenciones para preservar los resultados obtenidos hasta asegurar su total estabilidad. Existen otros tratamientos como la ortodoncia lingual o invisible, en la que el aparato se coloca detrás de los dientes impidiendo que sean vistos al sonreír, estando indicado para aquellas personas que requieren un especial cuidado de su imagen. En todos los casos es importantísima la colaboración del paciente, especialmente en el caso de los aparatos extraorales, porque su uso supera las 10 horas diarias, así como mantener una escrupulosa higiene bucal. Aunque la duración del proceso depende de la respuesta de cada paciente y la dificultad del tratamiento, puede extenderse entre uno y dos años.

tracking