Una familia emplea 307 litros para adecentar la vajilla, frente a los 43 de británicos e irlandeses
Los españoles son los europeos que más agua consumen al lavar los platos La mortalidad del cáncer de mama se reduce hasta un 3 por ciento cada año
Un estudio alemán desmonta el mito del elevado consumo energético del lavavajillas
Una familia media española emplea cerca de 307 litros de agua al día para lavar los platos a mano, o lo que es lo mismo, el equivalente a tres bañeras de tamaño estándar. Eso es al menos lo que arrojan los resultados de un experimento realizado entre los días 1 y 4 de este mes en el Laboratorio de Control de Alimentos de la Universidad San Pablo CEU. La prueba, basada en un estudio de la Universidad de Bonn, intenta demostrar las ventajas del lavavajillas frente al lavado manual, incidiendo en el aspecto del ahorro. El ensayo se llevó a cabo con 100 voluntarios, 80 mujeres y 20 hombres, de edades comprendidas entre los 30 y los 50 años, que tuvieron que lavar 140 artículos de vajilla previamente manchados por el equipo científico de la Universidad. Con el fin de obtener resultados rigurosos se establecieron unas condiciones comunes para todos los participantes. Los platos se ensuciaron con los mismos alimentos (clara de huevo, copos de avena, carne picada, espinacas, restos de té y leche), se utilizó un lavavajillas de última tecnología y todos los colaboradores lavaron 140 piezas durante cuatro horas al día. Además se eligió un lugar de trabajo equipado con dos fregaderos con agua caliente y fría y los participantes eligieron libremente los utensilios para la tarea. En realidad el experimento realizado en España forma parte de un estudio más amplio. El profesor Stamminger, de la Universidad de Bonn, hizo un análisis de los hábitos de limpieza de los europeos recogiendo datos de personas con nacionalidades diferentes. Alemanes, franceses, italianos, ingleses, irlandeses, checos, polacos y turcos fueron sometidos a pruebas similares a la realizada en la Universidad San Pablo CEU de Madrid. «Los británicos e irlandeses destacan por su bajo consumo en agua, ya que sólo utilizan 43 litros para llevar a cabo el experimento», y respecto al consumo energético «sobresalen por su ahorro los alemanes, que sólo emplean 1,4 kw/h para lavar los platos» frente a los 10 kw/h utilizados por los españoles. El tiempo tampoco juega a favor de los españoles, que «tardan cerca de 78 minutos en el lavado a mano de la vajilla de 140 piezas», una cifra superior a los 60 minutos empleados por los irlandeses y británicos e inferior a los 108 minutos que necesitan los turcos para llevar a cabo la misma tarea. Como no podía ser de otra manera, el estudio subraya que un lavavajillas moderno realiza un lavado perfecto, consumiendo menos energía, agua y tiempo que si se opta por el lavado manual. Pese a ello, sólo un 24% de las familias españolas posee este electrodoméstico, frente al 60% de otros países. El director del Departamento de Oncología, Hematología y Radioterapia del Hospital General Universitario Vall d' Hebron de Barcelona, José Baselga, subrayó ayer los logros de los diferentes avances en el tratamiento de cáncer de mama, que están permitiendo reducir la mortalidad entre un dos y un tres por ciento cada año. Según explicó estos avances son posibles gracias a la existencia de «nuevos medicamentos mucho más eficaces y mucho más dirigidos» al tumor, así como a la «mayor capacidad» de los profesionales «para entender los tumores». Del mismo modo, Baselga, que consideró que se está dando una «revolución» porque «nunca había habido tantos cambios en tan poco tiempo», aseguró que se está «arañando la muerte año a año» en un proceso lento, lo que generará que se incremente sucesivamente el número de curaciones. De hecho, actualmente ya se ha constatado que si se aplica la quimioterapia cada dos semanas, en vez de cada tres, se aumentan en un 30 por ciento las curaciones; igualmente, si se aplica Herceptin, un nuevo tratamiento, el incremento de las curaciones es del 25 por ciento. Además, Baselga auguró que con la incorporación de los nuevos medicamentes que se están desarrollando se podría «arrancar» otro 20 por ciento de curaciones. Por lo que respecta al Herceptin, explicó que se ha verificado que aumenta la supervivencia y, al mismo tiempo, «es una tímida evidencia de una diana molecular que se utiliza en cáncer de mama después de las hormonas». En este momento, agregó, se está estudiando también su aplicación en pacientes operadas. Ensayos clínicos Al Herceptin, se suman los ensayos clínicos en torno a unas cien moléculas, estudios sobre anticuerpos o estudios de fármacos, entre otros avances, al tiempo que, por primera vez, se está analizando la genómica de los tumores y se están estableciendo relaciones entre beneficio clínico y perfil génico lo que, en su opinión, «va a cambiar radicalmente» la forma en que se trata el cáncer de mama. En cualquier caso, subrayó que todo ello no supondrá la desaparición de la quimioterapia, en la que, en cambio, se tenderá a hacerla cada vez «menos tóxica» y «más amigable» y, en definitiva, a emplearla, junto con otras alternativas, «de modo inteligente».