Luna templaria en Ponferrada

Crecen las flores negras a la sombra de la luna. Reptando como serpientes, un ejército de jinas ha surgido del subsuelo para tomar el Castillo de Ponferrada y conquistar sus tesoros; nada menos que el Arca de la Alianza y el Santo Grial. La Noche Templaria, que por cuarto año se celebra este fin de semana en la capital del Bierzo, contó anoche con nuevos personajes en su mítica representación de la llegada a la ciudad de los sagrados objetos que custodia la Orden del Temple, titulada esta vez «A la sombra de la luna». La multitud que acompañó el desfile de los caballeros desde la glorieta del Temple hasta el Castillo se preparaba al cierre de esta edición para asistir al asedio de los jinas a la legendaria fortaleza, en una historia que por fuerza iba a tener un final feliz, porque el guión obliga a que el poder del Grial y del Arca de la Alianza siempre venza a las fuerzas del mal. Y para que el bien triunfe, es necesario invocarlo. La cuarta edición de la Noche Templaria -dos noches en realidad- tuvo en el periodista Luis del Olmo al maestro de ceremonias que con sus palabras trajo de nuevo a los templarios a Ponferrada. La noche acababa de comenzar cuando del Olmo llamó a los caballeros, encabezados por Fray Guido de Garda, ante al expectación de quienes un año más han mudado sus vestidos por los ropajes del medievo y de quienes sólo asistieron como espectadores. Para hoy está previsto el mercado medieval en la plaza de La Encina y la calle Gil y Carrasco y a partir de las 21 horas la forenda al señor del Castillo y la cena en el patio del pozo de la fortaleza.