Objetivo: mantener sana la montaña

La promoción de los desbroces supone una herramienta de trabajo para el rejuvenecimiento de los pastizales y una medida preventiva ante los incendios forestales dejando la quema para situaciones en las que resulte ineficaz o imposible su aplicación. Además, los desbroces aumentan la productividad de los pastizales y se reduce, por tanto, el gasto en piensos para el mantenimiento del rebaño. Dentro del Programa Agroambiental español, la Consejería de Medio Ambiente ha puesto en marcha una línea de ayudas quinquenal en la que cada ganadero podrá suscribir sus propios compromisos para ese periodo, durante el que recibirán una media de 6.000 euros anuales como fórmula compensatoria al asumir estas prácticas de gestión respetuosas con el medio ambiente. Podrán acogerse los ganaderos a título individual, las entidades locales propietarias de montes pastados y, en su caso, las empresas de trabajos forestales contratadas por los ganaderos. Los desbroces sólo podrán realizarse en las épocas adecuadas para no alterar la nidificación y reproducción de la fauna silvestre, en especial la perdiz pardilla. Además, los cerramientos que se realicen serán respetuosos con la fauna estando prohibida la utilización de mallas que impidan su paso. El Plan 42 El programa agroambiental tiene una primera fase para el periodo 2003-2008, y una segunda que saldrá el próximo año. La ayuda se calculará a partir de la prima unitaria, 216,36 euros/hectárea/año, y de la superficie acogida, que oscilará entre las 20 y 50 hectáreas. Teniendo en cuenta que el presupuesto disponible es de 15 millones de euros, podrán beneficiarse alrededor de 15.000 hectáreas distribuidas entre 500 explotaciones ganaderas extensivas de la Comunidad. El programa dedicará especial atención al territorio incluido dentro del Plan 42 para la prevención de incendios forestales, que se centra en 104 municipios de las provincias de León, Zamora, Burgos y Ávila. Con esta línea de ayudas, la Consejería de Medio Ambiente pretende implantar un régimen de pastoreo individual como la solución más segura desde el punto de vista sanitario para las cabañas ganaderas, y que sus propietarios asuman la responsabilidad de sus pastos. Estos, además, deberán realizar planes silvopastorales para la gestión de los rebaños y de los terrenos que aprovechen y asumir compromisos en las superficies que se comprometen a desbrozar. Su finalidad es ayudar a los ganaderos a encontrar mejores soluciones para la gestión de su explotación, proponer medidas adecuadamente valoradas y adaptadas a sus condiciones y, en definitiva, incrementar la rentabilidad de su negocio.