Cosas de aquí y de allá | De Pamplona hemos de marchar
«Pobre de mí, pobre de mí»
Tras un multitudinario fin de semana, Pamplona dijo ayer adiós a muchos de sus visitantes para afrontar con relativa calma las horas finales de los Sanfermines 2003, que hoy se despedirán hasta el año que viene a los sones del Pobre de mí . La masiva afluencia de público quedó reflejada también en el encierro, séptimo y penúltimo de las fiestas, en el que los toros de la ganadería sevillana de Miura sorprendieron con una peligrosa y atípica carrera pese a su fama de no prestar atención a los mozos. Tras el encierro, que duró casi tres minutos, fueron ocho los corredores que tuvieron que ser trasladados a los hospitales de Pamplona, uno de ellos, el norteamericano Víctor Lombardi, con una herida por asta de toro en el brazo derecho de pronóstico «menos grave». Lombardi fue alcanzado por un toro en Mercaderes y trasladado al Hospital Virgen del Camino, donde fue intervenido quirúrgicamente de la cornada sufrida en la cara interna del brazo derecho. Algunos de los heridos fueron dados de alta nada más ser atendidos y otros quedaron ingresados, como el torilero de la Plaza de Toros de Pamplona, Daniel Azcona, de 41 años, quien sufrió un traumatismo craneal. En la habitación del hospital, su esposa, Maribel Moriones, comentó que Daniel Azcona lleva corriendo desde los 14 años pero aseguró que, a pesar de que ya ha tenido «varios golpes», éste ha sido el «susto más grande». «Me ha jurado que no volverá a correr nunca más», apuntó. Además de a estos corredores, los servicios de atención sanitaria del Servicio Navarro de Salud-Osasunbidea presentes en diferentes puntos de los casi 850 metros que separan los corrales de Santo Domingo de la Plaza de Toros atendieron sobre el terreno a otras cuarenta personas. Mejor suerte que todos ellos tuvieron el ganadero Vitorino Martín hijo y los diestros Juan José Padilla y Estefan Fernández Meca, que corrieron sin incidentes delante de los toros de la ganadería de Miura, tradicional en Pamplona, donde lleva viniendo 45 años, generalmente en las jornadas de más masificación. Padilla y Fernández Meca, junto a Gómez Escorial, fueron los encargados de lidiar a estos astados en la tarde. La corrida de toros y encierro son tan sólo dos de los veinticinco actos incluidos en el programa oficial de las fiestas, algunos de los cuales se despedieron ayer por la noche al producirse todos los días después de la medianoche y ser a esta hora cuando finalizan los Sanfermines.