El sexto encierro, corrido con toros de la ganadería de Dolores Aguirre, fue multitudinario y peligroso debido a las numerosas caídas de los astados durante el recorrido, en el que se produjeron, al menos dos heridos por hasta.
El ingles corneado es atendido por los servicios sanitarios tras la cornada sufrida en el sexto encierro.
Los toros de la ganadería sevillana de Miura sorprendieron con un séptimo encierro en el que fueron varios los corredores que tuvieron que ser atendidos por los servicios sanitarios.
En la curva de Mercaderes fue corneado en la axila derecha el americano Víctor Lombardi por uno de los Miura.
La imágen corresponde al tramo del callejón donde los mozos pasaron varios momentos de apuro con la ganadería de Miura.
La llegada de visitantes a Pamplona durante el fin de semana se deja sentir en el encierro de toros matutino, en el que todo el espacio es poco para albergar a las miles de personas que se congregan para observar el paso de los toros y corredores.
Un toro que quedó rezagado ha llenado de emoción y peligro, con sus despistes y numerosos derrotes hacia los mozos, el octavo y último encierro de los Sanfermines.
La ganadería de Torrestrella cumplió la previsión y su fama de peligrosa en la capital navarra. Los seis toros, con cien kilos de diferencia entre el mayor y el menor, concluyeron en más de cuatro minutos.
Los toros de la ganadería cacereña de Adolfo Martín han protagonizado, con una veloz y limpia carrera, el quinto encierro de los Sanfermines 2003, en el que ninguno de los mozos ha sido corneado.
Poco más de dos minutos y medio tardaron los astados en completar el recorrido, que en su práctica totalidad fue abierto por dos toros que dieron una gran rapidez a la carrera, que se realizó a una velocidad de 18,56 kilómetros por hora.
La carrera prosiguió sin incidentes tanto por Telefónica como en el callejón de acceso a la Plaza de Toros, donde dos adelantados se resistieron a entrar en chiqueros.
Los toros de la ganadería gaditana de Jandilla han protagonizado un cuarto encierro emocionante y veloz, donde tres corredores han resultado heridos por asta de toro.
Uno de los mozos es pisoteado por uno de los toros en el tramo de Santo Domingo.
El tercer encierro de los Sanfermines, corrido por toros de la ganadería sevillana de Juan Pedro Domecq, fue el más rápido y limpio de los celebrados, durando dos minutos y medio.
Ninguno de los corredores sufrió cornadas durante el mejor y más rápido encierro . La imágen pertenece a dos morlacos que encabezaron al resto de la manada.
Un tramo del encierro a su paso por el Ayuntamiento, donde varios mozos permanecen tumbados ante el paso de la manada.
El estadounidense de 57 años Al-Glenn Cheesson es atendido por los servicios sanitarios en el callejón de acceso a la plaza de toros donde fue empitonado en el muslo derecho y en la ingle.
Un tradicional cabezudo persigue a un niño por las calles de la ciudad, que estos días se viste de fiesta.
Los corredores se apresuran, con el periódico en la mano a abandonar las zonas peligrosas que podrían llevarles a ser arrollados por las reses.
Vista desde arriba de uno de los encierros que tanto llamaron la atención del escritor estadounidense Ernest Hemingway.
Los toros de la ganadería cacereña de Alcurrucén protagonizaron el primer encierro de las fiestas que discurrió sin incidentes pese a la gran afluencia de corredores.
Durante los encierros, no sólo los mozos que corren en los encierros sufren caídas, las reses van al suelo en muchas ocasiones como se ve en la imágen.
El tamaño de los astados no asusta a los corredores pamplonicas ni tampoco a los imprudentes turistas extranjeros que ponen su vida en peligro.
Varios jóvenes pamplonicas, ataviados con la tradicional pañoleta, reciben una lluvia de caba durante el chupinazo que marca el inicio de los sanfermines.
El tradicional chupinazo se lanzó como cada año desde el balcón del Ayuntamiento, teñida de rojo a la espectativa del "!Gora sanfermín!"
Un jóven parodia al presentador de un programa televisibo con el micrófono en mano mientras daba comienzo de forma oficial los siete días grandes de Pamplona.
Miles de pamploneses salieron un año más a la calle de la ciudad para acompañar a la imágen del santo, que fue aclamada durante las dos horas de procesión.
Varios colectivos ecologistas, en la imagen una representante de PETA (Por el Trato Ético de los Animales), han protagonizado varios actos en contra de la fiesta nacional.