Diario de León

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Geriátricos con los armarios abiertos

Los gays y lesbianas cuentan ya con geriátricos específicos

Los gays y lesbianas cuentan ya con geriátricos específicos

Publicado por
Natalia Martín Cantero - san francisco
León

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Las residencias de ancianos para la población homosexual crecen hoy como setas para acoger a los jubilados de la generación conocida en EEUU como «baby boomers», a pesar de que en su día se las consideró una utopía. En los estados que los jubilados tradicionalmente escogen para pasar sus «años dorados», como California o Florida, y en otros como Arizona o Massachusetts, las residencias destinadas a la población homosexual se están construyendo a toda prisa. Razones no faltan: se calcula que el número de homosexuales mayores de 65 años es de dos millones y que este número se duplicará hacia el año 2030. Para muchas parejas homosexuales, vivir en una residencia «tradicional» no es una opción aceptable, ya que temen sentirse discriminados por los heterosexuales. Las diferencias entre ambos grupos demográficos, como el estilo de vida o el hecho de que la mayoría de los homosexuales no tenga hijos u otros familiares que les puedan echar una mano, contribuyen a que cada vez más constructores encuentren clientes para residencias que hasta poco se consideraban un mito. Este es el caso de «Openhouse» en San Francisco, una ciudad californiana donde aproximadamente una quinta parte de la población de 65 años pertenece al colectivo de gays, lesbianas, bisexuales o transexuales. Los administradores de esta comunidad de 150 unidades confían en que lograrán obtener subsidios locales y federales para sufragar, en parte, el precio a quienes no puedan costearse la vivienda en una de las localidades más caras del país. Florida, lugar favorito de los jubilados, es el estado que tomó la delantera con la residencia «Palms of Manasota», en Palmetto, donde unos 35 residentes comparten chalés alrededor de un pequeño lago. También en Florida está la residencia «Carefree» para mujeres, con apartamentos que oscilan entre los 70.000 y los 140.000 dólares, según su página en Internet (www.resortoncb.com). Pero estas comunidades de jubilados florecen en todas partes. En Arizona, un parque de vehículos móviles con calles que utilizan los nombres de prominentes lesbianas, como Martina Navratilova, incluye piscina, instalaciones deportivas y una biblioteca con clásicos para mujeres. Para algunos miembros del colectivo homosexual, sin embargo, este tipo de lugares no es la panacea. «Rodearse de personas de diferente condición en la ancianidad es más saludable que limitarte exclusivamente a los tuyos», señala Paula Martinac, columnista de temas homosexuales.

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