Diario de León

La «Smart-1» elaborará un mapa de la zona oculta y analizará la composición del satélite

Europa relanza la conquista de la Luna con una misión en agosto

El proyecto europeo supondrá una inversión de 110 millones de euros

Publicado por
Juan Pardo - redacción
León

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La Luna vuelve a estar de moda. El programa Smart de la Agencia Espacial Europea (ESA), un proyecto de 110 millones de euros, retoma la olvidada carrera espacial al satélite. El 28 de agosto, desde la base de Kuru, Guayana francesa, el cohete Ariane-5 despegará para lanzar al espacio la sonda Smart-1. El primer paso de la reconquista, científica, de la Luna. El objetivo es indagar en el origen de la Tierra, ya que es posible que la Luna encierre la respuesta. Hace 4.500 millones de años, un asteroide chocó contra la Tierra despidiendo al espacio ingentes cantidades de partículas minerales que dieron forma a la Luna. El estudio de su composición mineral permitirá verificar dicha teoría y dar un paso de gigante para comprender el origen de nuestro planeta. Revolución tecnológica A este efecto, la sonda incorpora el D-Cixs, una microcámara con infrarrojos y rayos X. En los dos años y medio que la sonda permanecerá en órbita, realizará un mapa del polo sur lunar, zona en permanente oscuridad a la que no llega la luz del Sol. El interés por esta zona, de temperatura inferior a -170 grados centígrados no es otra que buscar evidencias de agua, indispensable para la vida. La sonda utilizará un novedoso sistema de propulsión por iones que revolucionará los viajes espaciales. Está basado en la reacción atómica de moléculas de carga eléctrica, que producen un gas propulsor. La energía necesaria la aportan dos paneles solares. De tener éxito, la propulsión química tradicional pasará a la historia. El nuevo sistema eléctrico-solar, aunque más lento (tardará 16 meses en llegar a la Luna), permitirá mayor autonomía para misiones largas, y economizar energía y espacio. Gracias a ello, las naves podrán llevar más equipamiento para investigaciones, campo que también será estudiado por la ESA. La Smart-1 incorpora siete proyectos de tecnología miniaturizada. Una base permanente Aunque desde la ESA no contemplan que éste sea el primer paso para una futura base lunar permanente y habitada, tampoco lo descartan. En palabras de Franco Bonacina, portavoz de la agencia, «si hay agua, podríamos considerarlo». Por ahora habrá que conformarse con esta misión no tripulada dispuesta por la Agencia Espacial Europea. Pero que nadie descarte futuros posibles en la Luna. Bernard Foing, director científico de la misión, ya imagina «una base tecnológica para el estudio del espacio y de las posibilidades de vida humana» en el satélite que podría ser la base del futuro investigador.

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