Las negligencias médicas han causado la muerte de 232 personas hasta junio

La presidenta de la Asociación El Defensor del Paciente (Adepa), Carmen Flores, aseguró ayer que un total de 232 personas han fallecido en España durante los seis primeros meses de 2003 víctimas de presuntas negligencias médicas, según consta en un informe elaborado por esta entidad a partir de las denuncias que le han llegado en este periodo. Además, el informe concluye que un total de 63 recién nacidos, tanto en centros sanitarios públicos como privados, vinieron al mundo con problemas como sufrimiento fetal o parálisis cerebral debido a una mala asistencia surante el parto, así como que cuatro pacientes entraron en coma por una negligencia o los efectos nocivos de los fármacos y 43 padecieron graves secuelas tras errores médicos en operaciones quirúrgicas. Asimismo, durante el primer semestre llegaron a la asociación 33 casos de personas que sufrieron «graves secuelas», como ceguera total o visión doble, tras someterse a intervenciones de visión mediante técnica láser. Tras destacar que el mayor número de denuncias se han dado en los ámbitos de la ginecología, la traumatología, las listas de espera, las urgencias y los errores de diagnóstico, Flores hizo especial énfasis en la situación de las listas de espera y las urgencias. La presidenta de Adepa destacó, en rueda de prensa, que un 20% de todas las incapacidades laborales se producen por una demora excesiva de la asistencia, lo que también provoca, por ejemplo, el 15% de todas las extirpaciones de pecho por cáncer de mama. Según sus datos, actualmente existen 400.000 pacientes en lista de espera para una intervención, espera que puede ser desde los tres meses hasta los tres años, según la especialidad de que se trate. En este sentido, Adepa indica que la patología con menor espera son las cataratas, mientras que los pacientes de obesidad mórbida, traumatología, cirugía plástica y urología son los que más tienen que esperar. Situación vergonzosa Flores se refirió a la situación de las urgencias en los hospitales españoles. Desde este punto de vista, destacó que pese a que los profesionales de la sanidad pública son «mejores» y están «más capacitados», los pacientes se ven privados muchas veces de su derecho a la intimidad al estar expuestos en los pasillos. El informe recomienda aumentar en un 50% el número de camas; que los médicos no puedan tener plaza en propiedad; que los quirófanos trabajen por las tardes y en festivos y que se someta al personal sanitario a controles de drogas y alcoholemia.