El Gobierno da el paso histórico de dejar investigar con células madre

El Gobierno autorizará la investigación con células madre de embriones congelados con fines terapéuticos, bajo estrictos controles y atendiendo las recomendaciones de la Comisión Nacional de Reproducción Asistida y del Comité Asesor de Ética. Este paso histórico reclamado por la comunidad científica y la oposición de izquierdas (PSOE e IU) y al que se opone la Iglesia católica permitirá a los científicos españoles no quedarse descolgados de sus colegas europeos. Así, podrán trabajar con un material que se ha convertido en la mayor esperanza para tratar enfermedades degenerativas sin curación como el Alzheimer y el Parkinson, la diabetes o para crear órganos destinados a trasplantes. Para ello, el Consejo de Ministros decidió ayer dar luz verde a la esperada modificación de la Ley de Reproducción Asistida de 1988 de acuerdo con el informe remitido por la ministra de Sanidad, Ana Pastor. «El objetivo de esta reforma es resolver la acumulación de embriones y dar una solución ética abierta a la investigación de acuerdo con las recomendaciones de los expertos» , explicó Pastor. Se resuelve así la laguna legal existente, ya que el texto de 1988 establecía que los embriones debían ser conservados durante cinco años, pero no se aclaraba cuál era su destino final. La reforma introduce también medidas para reducir el número de partos múltiples, peligrosos para los bebés y la madre, así como para reducir la generación de nuevos embriones sobrantes. En nuestro país existen actualmente entre 30.000 y 40.000 que proceden de la fecundación in vitro. Para Ana Pastor, la reforma es «respetuosa», al dar a la pareja la última palabra sobre el destino de los embriones sobrantes; y «ética» porque no permite su manipulación e impide el lucro en el uso de líneas celulares. El Gobierno aparcó ayer los argumentos éticos que le hicieron negarse reiteradamente a levantar la prohibición de investigar con embriones congelados y atendió a las razones de la Comisión Europea, este mismo mes ha propuesto financiar tales ensayos, de muchos científicos, confiados en su capacidad terapéutica, de las asociaciones de afectados por graves patologías degenerativas, esperanzados con una futura solución a sus males, y de sus propios órganos consultivos. Ana Pastor no dejó de recalcar que la reforma sigue básicamente las coincidentes recomendaciones de la Comisión Nacional de Reproducción Humana Asistida y del Comité Asesor de Ética de Ciencia y Tecnología: reducir al máximo el número de embriones sobrantes, posibilitar su donación con fines reproductivos y permitir la investigación con los congelados durante más de cinco años «como alternativa a su destrucción». Para evitar problemas éticos, el Comité descartaba la creación de embriones con el único objetivo de investigar. Además, remachó la ministra, todo el proceso quedará bajo el control del nuevo Centro Nacional de Investigación Celular y Medicina Regenerativa, que no sólo se encargará de vigilar el descongelamiento de los embriones que vayan a ser utilizados por los científicos, sino de «asignar y controlar las líneas celulares». Su tarea no se circunscribirá al material biológico, sino a «potenciar la investigación con células madre de adultos, células de médula ósea, de cordón umbilical, etcétera». La Organización Nacional de Trasplantes pasará a formar parte del Centro, del que dependerán un Banco Nacional de Líneas Celulares, un Registro de Centros Autorizados para Investigación y una Comisión de Seguimiento. «Una solución a la acumulación de embriones y una salida ética a la investigación» Ana Pastor Ministra de Sanidad