Diario de León

Creado:

Actualizado:

SE ESTA USTED ensañando comingo por ser mujer, dijo la pájara interrogada (diputada Sáez para la hemeroteca) cuando era sometida a declaración en ese barullo de la Asamblea de Madrid. Le habían preguntado «¿es usted capaz de mirar a los ojos a su madre, es usted capaz de mirar a los ojos a sus hijos, señora Sáez?»... La pregunta es de una teatralidad folletinesca y cargada de declamación tremendista, pero venía al caso porque la paisana no miraba a los ojos de quien le preguntaba (los hay que en estos casos sólo miran a la bragueta o hacia atrás, que es donde extienden la mano los sobre-cogedores cuyo lema es invariable: en esta vida mirarás... a donde saques, nada más) y va ella y replica que eso se lo ha dicho con saña por ser mujer, divina disculpa, ay, que me acosan, ay, que me andan y me hurgan en la condición femenina y estas preguntas son un crimen de género, un abuso del machismo político. «Eso me lo hace usted por ser mujer» suena a disculpa de patio de colegio cuando el imbécil de turno o el gordinflas chivato era acorralado por la espontánea justicia estudiantil y, en ese caso extremo en el que se pueden rifar guantazos y legítimas represalias, replicaban como quien se acoge a un «locus apellationis» que no podían pegarles porque llevaban gafas. Aquí, lo mismo: no me haga usted nada, que soy mujer... y podría ser considerado en su contra. Pues llora como un hombre lo que no has sabido defender como mujer, debió replicarle alguien desde la grada o desde esa Granada perdida con un Simancas Boabdil regando con lágrimas los jardines de su primavera agostada. Soy mujer, tenga usted mucho cuidado. Me apunto yo también a ser mujer de vez en cuando; y mariconzón castrista, que la condición sexual también puede ser coraza y salvoconducto. Y no me pegues en la cabeza, que estoy estudiando... Trapacería y rapacería se han juntado; y durmiendo con ellas, cagado se levanta cualquiera. Dicen que esa mierda es la que resbala en el camino de Zapatero, tralla compostelana para purgar culpas. Así aparecía ayer en la primera de este periódico, sentado en el crucero ante el hostial paridor de San Marcos junto al ese peregrino de bronce que no lleva capelo de romero, sino el gorro de ala corta del capitán Pescanova... por lo que está cayendo, chuzos de punta y puñales venecianos a media antura.

tracking