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| Crónica | Vivir en tensión debilita al individuo |

El estrés permanente puede provocar cáncer

La persona estresada puede contraer enfermedades más fácilmente

Publicado por
efe | madrid

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? El célebre psiquiatra Juan José López-Ibor aseguró ayer que el estrés de forma continuada puede llegar a desencadenar enfermedades cancerígenas, ya que provoca que el sistema inmunológico del individuo se vaya debilitando. López-Ibor, que hizo su intervención en el seminario «Emociones y cerebro» organizado por la Universidad Complutense de Madrid, explicó que tanto el sistema endocrino, como el nervioso, el psicológico y el inmunológico utilizan los mismos mecanismos de transmisión de información, por lo que cuando uno de estos sistemas domina de forma permanente sobre el resto es cuando se producen alteraciones nocivas. En el caso del estrés, «se trata de una reacción del sistema psicológico que permite al ser humano defenderse de amenazas no identificadas», aunque, como contrapartida, llega a provocar perturbaciones en los mecanismos inmunitarios del individuo, de esta manera le hace más propenso a la posibilidad de contraer enfermedades cancerígenas. El psiquiatra descartó que este razonamiento, que está respaldado por numerosas investigaciones científicas sobre inmunología, avale las teorías de la medicina psicosomática, y para dejar clara esta afirmación calificó esta medicina de «fantasiosa» y «excesivamente metafórica». Juan José López-Ibor también se mostró favorable y conforma con la «Teoría de la Biocomputadora», la cual viene a sugerir que las experiencias emocionales vividas por una persona pueden quedar grabadas a su vez en el ADN. Afirmó que «en la percepción del mundo siempre existe un componente emocional que debe quedar guardado en algún lugar» y sugirió la posibilidad de que ese lugar sean los genes, es decir, que esa información se imprima en el código genético de cada individuo. También sostuvo que las experiencias emocionales pueden transmitirse de generación en generación a través de la información genética, constituyendo lo que denominó «inconsciente colectivo». El psiquiatra aseveró además que «la existencia constante de emociones en la vida del individuo es un símbolo de salud mental», ya que demuestra de esta manera que «está presente en el mundo que le rodea» y negó rotundamente que una fuerte emoción momentánea pueda llevar a un ser humano a la locura.