Cerrar

Cosas de aquí y de allá | Las cuentas del amor

La fórmula de la felicidad

Publicado por
efe | londres

Creado:

Actualizado:

? El secreto del matrimonio feliz se encuentra en una «fórmula matemática del amor» que dice haber descubierto el profesor británico James Murray, que trabaja en la Universidad de Washington. Aunque suene a broma, el profesor presentó el jueves pasado, con mucha solemnidad académica, su «fórmula algebraica del amor» ante el Congreso de Matemáticas y Biología celebrado en la Universidad de Dundee (Escocia). El matemático sostiene que ha hallado dos ecuaciones cuyo cálculo vaticina, que tiene una fiabilidad del 94%, el éxito o el fracaso de una pareja casada, según publicó ayer el diario «The Daily Telegraph». Pertrechado de números, letras y signos de suma y resta, Murray señaló que calculó la curiosa ecuación tras estudiar durante diez años las pautas de comportamiento de 700 parejas en Seattle (EE.UU.). El experimento, hecho con ayuda de un psicólogo, consistió en observar conversaciones de los sujetos de la investigación, al poco tiempo de contraer matrimonio, sobre asuntos que podían suscitar polémica como el sexo, la educación de los hijos o el dinero. La habilidad de los maridos y sus esposas para hablar de temas tan espinosos se midió con una escala de valores, de modo que las bromas, un tono de voz amable, las sonrisas o un gesto físico de cariño se consideraron puntos a favor de la pareja. En cambio, una mirada agresiva, la crítica, el burlarse del otro o la frialdad afectiva suponían puntos negativos para los recién casados. «Entonces pusimos sus marcadores en un gráfico y, al traducirlos a términos algebraicos, pudimos hacer nuestras predicciones de divorcio», indicó Murray. Aplicada su fórmula, el profesor fue capaz de adivinar, con «un elevado éxito de acierto», qué matrimonios iban a fracasar, un vaticinio que por supuesto no reveló a los afectados porque «decirle a una pareja que su casamiento no va a funcionar es algo que no quieren oír». El matemático está casado felizmente desde hace ya 40 años con su esposa llamada Sheila y destacó que «pueden extraerse cosas positivas» de sus ecuaciones, pues de su aplicación se deduce «por qué alguna gente tiene problemas y qué pueden hacer para salvar su matrimonio».