Diario de León

Una sentencia obliga a la empresa a readmitir a la demandante

Las musulmanas que lleven velo no serán despedidas en Alemania

El Constitucional germano examina otro caso de una profesora cesada por llevar esa prenda

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colpisa | alemania

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El Tribunal constitucional alemán de Karlsruhe (sureste) estimó ayer que llevar un velo en el trabajo no podrá considerarse como un motivo de despido, al dar la razón a una vendedora musulmana que deseaba llevar velo en su lugar de trabajo. Esta ciudadana turca fue despedida en 1999, después trabajar diez años en un gran almacén de Schluechtern, una pequeña localidad en el oeste de Alemania, porque llevaba un velo en su lugar de trabajo. Después de un permiso de maternidad, la vendedora, empleada en la sección de perfumería, quiso reincorporarse a su trabajo con la condición de que fuera autorizada a llevar el velo. Sin embargo, la empresa hizo caso omiso a la petición y la despidió sosteniendo que llevar el velo islámico no es aceptado por su «clientela conservadora» y podría provocar una disminución de su cifra de negocios. Entonces, la joven llevó el caso ante un órgano de arbitraje, que ordenó a la empresa su readmisión, sugiriendo que autorizara a la vendedora a trabajar con su velo y que esperara a ver que ocurría y, si se presentase el caso, que observaran otras alternativas al despido. Ante la negativa de la empresa a readmitir a la vendedora, ésta llevó el caso ante el Tribunal Constitucional. Por otra parte, el Tribunal Constitucional examina desde principios del pasado mes de junio un recurso presentado por una profesora musulmana a la que se le prohibió llevar velo en las clases de primaria y secundaria que impartía en el Estado regional de Bade Wurtemberg (suroeste). Esta diplomada afgana, nacionalizada alemana en 1995, abandonó el colegio público donde impartía clases después de que un tribunal alemán así lo decidiera en virtud de un principio de «estricta neutralidad en las escuelas públicas». Por otra parte, la joven de origen bereber Farah Ahmed, la primera musulmana que aspira al título de Miss España en representación de Melilla, espera que ni su etnia ni su religión influyan en la decisión del jurado porque no cree que suponga «ni una ventaja ni una desventaja». Ahmed, de 22 años y estudiante de quinto de Derecho, fue recibida ayer por el presidente melillense, quien le deseó suerte. La Miss explicó a los periodistas que es «una satisfacción» ser la primera musulmana que obtiene este título y que aspira a Miss España, aunque no cree que este hecho «influya ni a favor ni en contra porque no hay que tenerlo en cuenta».

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