Diario de León

LA QUE NOS VIENE ENCIMA

Afectados por el calor

Creado:

Actualizado:

SÍ, HAY ministros que parecen haber quedado tocados, no muertos afortunadamente, por el calor. Y ahora que el regreso de la clase política, y de casi todo, a la normalidad posvacacional es inminente, llega también el momento de hacer un balance de lo que ha sido este mes de agosto en el que la tranquilidad ha distado de ser plena. Sobre todo, ya digo, para algunos ministros: Federico Trillo, por ejemplo. O Ana Palacio. O Elvira Rodríguez. O Ana Pastor. O Francisco Álvarez-Cascos. O Ángel Acebes (jamás hay respiro para el ministro del Interior). O... El relativo silencio de Aznar en su retiro balear indica, dicen algunos allegados, que está pensando intensamente. E insisten en que el apartamiento del presidente de las cosas de la vida política no ha sido tanto como se cree: su teléfono ha funcionado mucho, te dicen. Y es que, desde la explosiva situación en Irak hasta los vaivenes que llegan desde el País Vasco, pasando por Marbella, o por la Asamblea de Madrid, todo han sido alteraciones. Pocas veces el regreso de la vida política habrá sido tan tenso. Entre otras cosas, claro, porque se avecinan varias convocatorias electorales: no hay más que ver a Rodríguez Zapatero recorriendo Andalucía, endureciendo cada vez más el tono para referirse al Gobierno y a su presidente, para darse cuenta de que la gran, enorme, campaña preelectoral que no concluirá hasta marzo, ha dado ya comienzo. Por eso se adensan los humos sobre las cabezas de los ministros. Sobre la de Trillo, por ejemplo, víctima política y propiciatoria de la posguerra desastrosa en Irak. Un curso que será de relevancia excepcional, y no solamente por las elecciones autonómicas que vienen y por los posteriores comicios generales de marzo. Tampoco porque dentro de cuatro semanas conoceremos, presumiblemente, el nombre del delfín de Aznar. Ni, desde luego, porque el ministro Piqué vaya a ser sustituido en dos semanas por casi un interino, alguien que se resigne a llevar las riendas de Ciencia y Tecnología durante solamente ocho meses. Ni siquiera porque a partir de ahora se recrudece la batalla en torno al plan Ibarretxe. Es algo más: existe una sensación generalizada en la clase política en el sentido de que algo tiene que cambiar para que no se repitan casos lamentables como el de la Asamblea de Madrid -hoy se votará el dictamen de la famosa comisión de investigación de los casos Tamayo y Sáez- o el Ayuntamiento de Marbella. Y es Aznar, que no tiene relación directa ni con lo de la Asamblea de Madrid ni con lo de Marbella, quien, sin embargo, habrá de marcar el paso ya desde el primer consejo de ministros tras las vacaciones, el viernes que viene. No digo yo que vaya a sustituir a otros ministros más que a Piqué, porque la verdad es que en el ambiente no flota ninguna crisis gubernamental, pero sí tendrá que corregir algunos rumbos ministeriales. Ni Trillo ni Palacio son culpables de seguir los dictámenes de la política defensiva y exterior que marca Aznar, por lo que probablemente lo que haya que cuestionar es si esa política está siendo la más adecuada. Ni Pastor, titular de Sanidad, ni Rodríguez, de Medio Ambiente, son responsables de las muertes por el calor ni de los incendios, pero las políticas de comunicación de ambos ministerios este verano han sido, ante las emergencias, insuficientes. Ni siquiera puede cargarse sobre Álvarez-Cascos el fardo de los incumplimientos temporales en el emblemático AVE a Lérida/Barcelona, pero alguien tendría que salir a la palestra y explicar lo que está ocurriendo, aunque fuentes de Fomento insisten en que, en septiembre, el avance habrá sido notable. Septiembre, siempre septiembre, ahí, a la vuelta de la esquina, esperanzador, como toda etapa de cambios, pero también amenazante, como cada vez que se parte hacia un puerto desconocido. Y, encima, la Liga de Fútbol corre peligro; lo que nos faltaba. Piove, porco Governo .

tracking