EL PULSO Y LA CRUZ
Lluvia de rosas
DE ENTRADA, una noticia llamativa para los tiempos que corren: las reliquias de Santa Teresa del Niño Jesús, Teresa de Lisieux, Teresita, la de la lluvia de rosas que anunció para después de su muerte, visitarán la diócesis de León. Las Carmelitas Descalzas de España se unieron a la iniciativa mundial de acoger esas reliquias y la Conferencia Episcopal la adoptó y nombró presidente de la comisión organizadora de la visita al señor obispo de León. Teresa Martín Guerín (1873-1897) nació en una familia acomodada francesa y fue una niña alegre y despierta, dotada de precoz inteligencia y aguda sensibilidad. Pasó por momentos complicados en su adolescencia y a los quince años ingresó en el Carmelo de Lisieux. No fue fácil su estancia en el monasterio por la incomprensión de algunas hermanas y por la tuberculosis que sufría. Allí descubre su camino de santidad: la infancia espiritual, ser el corazón, el amor, en el cuerpo de la iglesia. Fallece el 30 de septiembre de 1897, a los 24 años. Su experiencia humana y mística está recogida en Historia de un alm», escrita por ella misma. El papa Pío XI la beatifica en 1923, la canoniza en 1925 y la declara patrona universal de las misiones en 1927. En 1997 es proclamada Doctora de la Iglesia. Su vida mística aporta a la vida la pobreza radical de la criatura ante Él, la iglesia como cuerpo místico de Cristo, la comunión de los Santos, la vocación universal a la santidad, el valor de la contemplación, el valor de eternidad del momento presente vivido por amor. También nos ha devuelto al imagen de María plenamente evangélica y ha añadido caminos nuevos de perfección: La solidaridad con los incrédulos, la cercanía directa a los textos de la Sda. Escritura, la confianza sin límites en el amor entrañable de Dios a pesar de los propios pecados y el caminito espiritual de saberse pequeña ante Dios. Sus reliquias llegarán a León el día 14, domingo, y serán recibidas en la Catedral (9.30 horas); de allí pasarán al Convento de Carmelitas Descalzas, en las afueras de León, en la carretera de Asturias (17.30 horas). Al día siguiente irán al Santuario de la Virgen del Camino (9.30 horas), volverán a la Catedral (17.30 horas) y concluirá la visita en el convento de Carmelitas de Grajal de Campos, a donde llegarán a las 18.30 horas, para despedirse a la mañana siguiente camino de Zamora. Quienes conocen el asunto nos cuentan que estas reliquias, que está recorriendo la cristiandad desde 1994, arrastran multitudes y multitud de beneficios espirituales. Aquí no seremos menos. Ni en lo uno ni en lo otro. Porque lo necesitamos. Seguimos lamentando fallecimientos y poniendo en ejercicio la esperanza. También se nos han ido en esta temporada pasada algunos hermanos entrañables. Como el laico Amador Álvarez Suárez, refugio de decenas de sacerdotes en el Curueño Alto. Le llamaban cariñosamente El Arcipreste, tenía 84 años y fue un hombre de gran bondad, que puso en riesgo su vida muchas veces durante la guerra civil por actual como cristiano convencido. Fue enterrado en su parroquia de Llamazares. También en León, de una forma inesperada, falleció el padre Eugenio Sánchez Tejerina , con 57 años de edad, oblato de María Inmaculada, natural del Valle de las Casas y hermano del párroco de Sahechores, don Calixto. Durante la novena de la fundadora, Santa Beatriz, falleció la religiosa concepcionista del Convento de León, sor Inés del Espíritu Santo, natural de Lago de Omaña, con 92 años de edad, y 61 de consagrada. También se nos fueron los sacerdotes seculares don Vitalino Burón , de Mansilla Mayor, donde nació en 1912, iba a completar 68 años de sacerdocio; fue párroco de Palacios de Fontecha y había servido también a Villagallegos, Villibañe, Pobladura de Fontecha y Fontecha. Y don Ismael Álvarez Llamas, de Campo de Santibáñez, de 90 años; fue párroco de Chozas de Abajo y además sirvió durante algún tiempo las parroquias de Tolibia, La Braña, Arintero, Chozas de Abajo, Robledo de la Valdoncina y Villar de Mazarife. Y don Ricardo Arias , valdeorrés, de 79 años, conocido páraroco de Puente de Domingo Flórez y hombre de fino humor. Para todos el agradecimiento. Y la oración en favor de su eterno descanso. Amén.