Dos españoles fallecidos durante la ola de calor en Francia serán enterrados sin que nadie les reclame

Dos septuagenarios nacidos en España, un exiliado republicano y un emigrante del franquismo, figuran entre los 66 fallecidos por la ola de calor en París cuyos cadáveres no han sido reclamados por sus familiares. Los muertos en el olvido y la soledad serán enterrados mañana, miércoles, en un cementerio para indigentes en una ceremonia civil presidida por el alcalde de la capital francesa, Bertrand Delanoë, a la que asistirá el cónsul general de España, Fernando Perpiñá Robert. Pedro Santamaría, nacido hace 79 años en Pardajos (Burgos), y Juan Giner Cerezo, natural de Poliñá del Júcar (Valencia) y de 73 años, murieron solos en sus humildes domicilios de París como otros miles de ancianos durante la canícula de la primera quincena de agosto. Hasta la fecha nadie ha reclamado sus cuerpos y las gestiones de las autoridades francesas y españolas para localizar a sus allegados han resultado infructuosas. Santamaría se exilió tras la guerra civil en Francia, cuya nacionalidad adoptó en 1965, y vivía en una buhardilla del Barrio Latino en la que su cadáver fue descubierto varios días después de morir. Giner, que emigró a Francia en 1957 y había conservado la ciudadanía española, falleció en su céntrico domicilio el 12 de agosto al sucumbir a la noche más calurosa en la historia de París, con una mínima de 25,5 grados. Otros cuatro españoles murieron solos en la capital francesa por efecto del calor. Además, tres españoles permanecen hospitalizados en París en estado grave a consecuencia de la canícula. Ambos serán enterrados hoy en un sector reservado a indigentes del cementerio de Thiais junto a otras 64 personas.