Gente de aquí | De romería
Por Gracia... hubo buen tiempo
«Me gustó terrible, no estoy ni cansada ni nada. La romería y el espectáculo de los pendones compensan la caminata que he hecho desde León a Mansilla». Para Celina Andrés, una vecina de Mancilleros de 63 años acostumbrada a subir cuestas, recorrer los 18 kilómetros que exige la romería de la Virgen de Gracia fue un esfuerzo «llevadero», que le alegró el día. Como primeriza en una peregrinación que se repite año a año desde hace trece, opina que la reunión de los habitantes de la comarca y el recuperar fiestas populares siempre es un paso positivo. No cree en milagros, como muchos de los 500 romeros que procesionaron ayer en honor a la patrona de Mansilla, una talla del siglo XV donada por los agustinos emigrados a Copacabana (Brasil), que fue restaurada por Víctor de los Ríos. Su motor es la tertulia, el paseo, dar relevancia a la fiesta y ver desfilar a los pendones. Los organizadores han logrado que a los 18 pendones que acudieron el año pasado se sumaran otros nueve en esta ocasión, entre ellos el de Valdesogo, que procesionó por primera vez en casi un siglo. Hace una semana, la tela estaba aún en la tienda, pero el esfuerzo de seis mujeres del pueblo ha permitido que los colores distintivos, el granate, el verde claro y el dorado viejo, volvieran a ondear al aire. El viento fue uno de los protagonistas de la jornada. Jugó malas pasadas a los portadores de los pendones, que fueron ayudados por la peña de la Sobarriba, según Víctor González. La romería de Gracia fue impulsada en 1990 por Salvador Baños y un grupo de amigos. Ha ido cobrando peso con el paso del tiempo. La virgen espera en la calle a a los romeros cada cinco años. Este, no tocaba.