Cuando la poesía es libre

El poeta leonés Antonio Gamoneda afirmó ayer que la poesía es el «único producto o creación productiva» que no está sujeta a las leyes de mercado y opinó que la «receptividad minoritaria» de este género literario «no es una desdicha» para el escritor porque le da libertad. Gamoneda, protagonista junto a la joven poeta Esther Giménez de las Veladas Literarias que organiza la Fundación Loewe en el Aula de Poesía José Hierro de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, además de hacer hincapié en la «libertad», como uno de los principales rasgos de la poesía, opinó que el género se caracteriza por ser, «para bien o para mal, fundamentalmente subjetivo». El poeta, que este año ha publicado Arden las pérdidas» y una revisión de El libro del frío, reconoció que el «plato fuerte» del mundo editorial es la narrativa, género que en España, a su juicio, vive un momento «interesante». No obstante, lamentó que, «al revés que en la poseía», el éxito de las novelas esté precedido por el apoyo mediático que se las da para crear una demanda y «catapultarlas hacia la notoriedad». «Se crean premios y luego se asocia la cuantía económica de estos con el interés de la obra», dijo Gamoneda, reconociendo, por otra parte, que también hay una «narrativa heroica» de los que se defienden con dificultades dentro del género. El poeta leonés, crítico en muchas ocasiones con respecto al encasillamiento de las «corrientes literarias», dijo no sentir miedo de que, el hecho de no encuadrarse en ninguna de ellas, haga que su poesía no sea reconocida con el paso del tiempo. «Como se trata de una cuestión de posteridad me resulta un poco indiferente», dijo. Además, subrayó que «la poesía es búsqueda y lo único que no procede es que las tendencias que adoptemos pretendan ser excluyentes», porque, para él, «de la diversidad y de la contradicción surge la vitalidad poética». Gamoneda fue preguntado sobre la opinión que le merece la poesía de Esther Giménez y tras reconocer que «hasta hace poco no la había leído», elogió su intento de crear un «lenguaje poético propio». «Está haciendo una gran poesía que respira un humor con una gran carga crítica», opinó. Por su parte, Esther Giménez, también reconoció que no había entrado en contacto con la obra de Gamoneda «hasta hace poco» y explicó que esto se ha debido a que su elección de las «formas clásicas» y a que ha «bebido de formas más antiguas». «Me siento bastante cerca de Gamoneda, no tanto en la forma como en los temas e imágenes».