| Visto y oído |
Diversión y cultura para todos
Niños y mayores difrutaron a tope de los festejos coyantinos, un jolgorio en el que hubo actividades para todos los gustos. Los más pequeños retozaron como peces en el agua de la espuma que escupió un gran cañón, disfrutaron de la confección de pins con dibujos sus héroes y de los juegos malabares permitidos por el carácter lúdico de las atracciones. Mientras, los mayores del Centro Residencial Riello fueron espectadores de la presentación del libro de Julio Iglesias Cubría que acerca a los lugareños la historia de Omaña. Fiesta de la espuma Sin pensar en el posible resfriado del día siguiente, decenas de niños disfrutaron de lo lindo de la espuma que salía de un inmenso cañón. Los chavales desaparecían debajo de una especie de densa niebla, para resurgir calados hasta los huesos. El chapoteo se saldó con la sonrisa en el rostro de todos los peques que atrevieron a vivir esa aventura y con sus cuerpos calados por la humedad. ?aller de confección de chapas La peña de los peques y no tan peques disfrutaron de los lindo de las actividades programadas para los enanos. Un taller de chapas permitió que los chiquillos dieran rienda suelta a su imaginación. Pins que decoraron con imágenes de sus héroes favoritos y después colocaron en sus coloridas camisetas. Un taller de confección muy particular en el los chiquillos demostraron que la infancia es la edad de los sueños, de la inocencia desmedida y del poder de la imaginación. De tan peculiar iniciativa resultaron unos pins confeccionados artesanalmente que fueron la envidia de todos los niños de la zona. La Omaña silenciosa El escritor leonés Julio Iglesias Cubría presentó el pasado cinco de septiembre en el Centro Residencial Riello su última obra, titulada El silencio en Omaña , un libro en el que «lo que digo es lo que los omañeses quieren oir», afirmó el escritor. El silencio en Omaña es un conjunto de poemas donde se describe ese silencio que puebla la comarca leonesa, presa de la inminente despoblación que sufre la provincia. Veintiséis ancianos que conviven en este centro para mayores escucharon entusiasmados los textos que describen la actual Omaña. Composiciones como «Ohmaña! / Cómo no vas a ser grande / si para nombrarte / hay que exclamar», recordaron a los presentes la infancia vivida en el campo, los trabajos de la tierra y las alegrías y penas de una juventud en la que primaba la escasez. Aunque Julio Iglesias ya presentó El silencio en Omaña en Pandorado, quiso estar cerca de los que conocen esta realidad de primera mano.