Cerrar
Publicado por
D. Welsh - madrid
León

Creado:

Actualizado:

Un equipo de hidrólogos británicos se ha desplazado al norte de Canadá para estudiar el deshielo, dentro de un plan más amplio que estudia cómo está cambiando la vida vegetal en el Ártico y sus efectos sobre el clima. Como ya hemos comentado en estas páginas, los investigadores observaron hace poco un caso sorprendente: en Alaska vieron que el tipo de vegetación conocido como tundra se desplaza aparentemente hacia el norte, quizá como consecuencia del calentamiento global, con el resultado de que zonas que antes estaban cubiertas por hierba, musgo y líquenes, actualmente empiezan a ser zonas arboladas o de arbustos. «Nos preocupan estos cambios porque los árboles y los arbustos pueden afectar al momento y velocidad del deshielo primaveral, con los consiguientes efectos sobre el caudal de los ríos y el clima», dice el profesor John Pomeroy de la universidad de Gales en Aberystwyth, director del proyecto. «Los árboles y los arbustos más altos sobresalen de la nieve en invierno y absorben radiaciones solares que, si no fuera por ellos, serían reflejadas por la nieve. Sin embargo, los árboles y arbustos van calentando el sistema», añadió. En anteriores trabajos de este equipo en los bosques canadienses se demostró que, en tales situaciones, la temperatura puede llegar en esas zonas durante el verano a unos 30º C. La energía de ese calentamiento evapora la nieve de las ramas de los árboles y calienta la atmósfera, además de tener otros efectos dependiendo de la densidad del arbolado. «Como estos efectos se producen en una zona muy amplia, pueden tener un fuerte impacto en la cantidad de nieve fundida que llega a los ríos y en la de agua dulce que desemboca en los mares del norte. También afecta al tiempo que hace en invierno y en primavera en todo el hemisferio norte», añadió el profesor Pomeroy. Pero para que los científicos puedan cuantificar este impacto, necesitan información más precisa de cómo influyen los árboles, arbustos y otros vegetales en la acumulación y deshielo de la nieve. Por eso, el equipo británico ha vuelto al río Yukon para recoger estos datos vitales, para lo que han instalado equipos especiales para estudiar la capa de nieve, el modelo de deshielo, las radiaciones solares y otros datos meteorológicos con el fin de hacerse una imagen más completa de estos fenómenos. Los datos que recoja la expedición se dedicarán a diversas aplicaciones, como unas previsiones más exactas de la cantidad de agua dulce que aportan los ríos árticos al mar en primavera y del esquema temporal del calentamiento que funde completamente la capa de nieve. Estos datos pueden tener un papel importante en los modelos climáticos y meteorológicos, de modo que podrían tener importantes consecuencias para actividades como las previsiones meteorológicas a medio plazo y el estudio del cambio climático.

Cargando contenidos...