Por una sonrisa sana y un cuerpo sano

El cuidado de los dientes es muy importante para disfrutar de una vida más saludable. Tan sólo hace falta dedicar unos diez minutos al día. Sin embargo, a pesar de las campañas de sensibilización las estadísticas reflejan que sólo el 25% de los españoles acude una vez al año al dentista y que el 20% nunca se lava los dientes. Con la visita al odontólogo se pueden prevenir la aparición de caries, de enfermedades periodontales (piorrea, periodontitis, gingivitis), causantes de la pérdida de piezas dentales. Además, los expertos advierten que las infecciones bucales parecen están asociadas con problemas respiratorios, cardiovasculares y con el desarrollo de tumores en la cavidad oral, un riesgo que aumenta entre los adictos al tabaco y al alcohol. Igualmente, patologías como el sida o la diabetes se pueden manifestar primero en la boca, por lo que la consulta periódica ayuda a la detección precoz de éstas y otras afecciones. Cómo mantener la boca sana Para mantener una bonita sonrisa, la mejor solución es la prevención desde la infancia. Conviene destacar que las campañas realizadas durante los últimos años han permitido el descenso en un 50% de caries entre los más pequeños lo que facilitará que en el futuro sea menor el número de empastes y piezas extraídas. Recuerde que es aconsejable llevar al niño al dentista en los meses siguientes a la aparición de las primeras piezas y cepillarle con agua los dientes de leche. Cuando haya dos juntos, use seda dental y conforme vaya saliendo el resto de la dentición, ayúdele al cepillado hasta que sepa hacerlo sólo. Con carácter general, además de la visita al dentista, las principales medidas preventivas son el cepillado de los dientes después de las comidas y en especial antes de acostarse. Además, es aconsejable no picar entre las comidas para evitar agresiones a los dientes. La seda dental se usa para ayudar a eliminar la placa bacteriana interdental; el flúor, para aumentar la resistencia de las piezas dentales ante la caries y, por último, aquellas personas con tienen mayor espacio entre los dientes pueden sustituir la seda dental por un cepillo «interproximal» que permite la eliminación de las bacterias y que se desarrolle caries. Para el correcto cepillado debe utilizarse un cepillo de cerdas de nylon blandas y puntas redondeadas que eviten erosiones en el esmalte y la dentina. Se debe colocar formando un ángulo de 45º con el eje del diente y presionando ligeramente sobre la encía. A continuación, se pasará de arriba a abajo y de forma suave pero insistente por todas las piezas, tanto en su cara interior como exterior. Y no olvide frotar también por la lengua. No obstante, si existen molestias o le sangran las encías, puede deberse a una gingivitis. Acuda a su dentista. En cuanto a la seda dental, se debe pasar entre los dientes con un movimiento de sierra para eliminar los restos de placa y alimento a los que no llega el cepillo. Al terminar, conviene enjuagarse con un colutorio. Amalgamas (plateados) Resinas plásticas o composites (blancos) Fundas de porcelana Coronas Revestimientos de oro.