El orgasmo comercial

El placer de la mujer es más largo, pero el del hombre más intenso. No nos referimos a la perseguida guinda del amor sino al orgasmo comercial, una excitacion muy materialista relacionada con el flujo monetario y la adquisicion de objetos. La guerra de sexos, con sus diferencias a cuestas, se ha trasladado al centro comercial. Es muy probable que usted, caballero, no aguante mas de 72 minutos rodeado de precios. Su esposa, en cambio, sembrara el terror en el hipermercado y estirara el tiempo todo lo posible hasta superar su tope en media hora. Cien minutos en total para buscar, comparar y, si no encuentra nada mejor, comprar. A esta precisa conclusion ha llegado Tim Denison, un psicologo de la universidad britanica de Essex especializado en habitos de compra, despues de analizar el comportamiento de 2.000 ingleses. No ha explicado, al menos hasta el momento, en qué emplean los varones esos 28 minutos libres de impuestos, pero lo mas probable es que se dejen caer por el pub. Denison ha destacado en su estudio, ademas, la diferencia de comportamientos a la hora de comprar. El hombre actuaría como un cazador mientras que la mujer ejercería de recolectora. Es decir, el tiene muy claro lo que quiere, por eso localiza el producto y lo compra al vuelo. Ella, sin una imagen preconcebida de su objetivo, se toma su tiempo. Al final, como es sabido, las mujeres calculan mejor el valor de cada cosa y terminan metiendo en el carrito la mejor ganga. Un placentero «acto» comercial que provoca una excitacion física que, a juzgar por los niveles de presión sanguínea, se prolonga durante unos quince minutos después de salir de la tienda. La incompatibilidad del varon y la femina al ir de compras ha sido objeto de editorial en The Independent .