Diario de León

El cambio climático adelanta entre seis y ocho semanas la caída de las hojas de los árboles

WWF/ADENA advierte sobre la importancia de conservar los bosques

El fuego y la sequía son los principales enemigos de las masas arboladas

Publicado por
T. Fernández - león
León

Creado:

Actualizado:

Las hojas de los árboles ya no se caen en otoño. En la Cordillera Cantábrica, en el Pirineo o en cualquier zona arbolada del continente europeo, desde los primeros días del pasado mes de agosto las hojas de hayedos y robledales amarillean y caen. Es decir, la caída otoñal se ha iniciado entre seis y ocho semanas antes de lo previsto. Así se recoge en un comunicado facilitado por WWF/Adena en el que se alerta que «este simulacro de otoño es consecuencia de la agresión provocada por la ola de calor y la falta de lluvias de este verano». En España existen precedentes de otoños adelantados ya que en julio de 1995 los quejigos del Parque Nacional de Cabañeros perdieron sus hojas. Este año lo han hecho en agosto. Según indica la organización ecologista, los bosques europeos han ardido este verano «en lugares tan al norte como Suecia y tan al este como Rusia, sin olvidar que España, Portugal, Italia y Grecia han sido protagonistas de estos siniestros que están acabando con su superficie forestal». Además, en casi toda Europa llovió la mitad de lo normal entre los meses de marzo y julio y, en muchas ocasiones, en forma de chubascos torrenciales y cortos lo que dificultó que el agua fuese filtrada por el suelo. Los árboles dejan caer las hojas como reacción defensiva ante el estrés hídrico que sufren, se encuentran más débiles y muchos de ellos pueden llegar a morir. Aunque los síntomas de esta crisis son más aparentes en los bosques de hoja caduca, Adena advierte que todas las especies resultan afectadas y son más propensas a sufrir ataques de hongos, insectos y enfermedades. Los bosques y el agua Por otra parte, en un estudio realizado por la Alianza Banco Mundial- WWF/Adena para la Conservación y el Uso Sostenible de los Bosques, se indica que la protección de las masas forestales es un medio eficaz y económico para abastecer de agua potable a muchas de las grandes urbes mundiales. El informe indica que más de la tercera parte de las 105 grandes ciudades (Nueva York, Tokio, Río de Janeiro, Madrid, Barcelona) dependen de agua de bosques total o parcialmente protegidos en las cuencas de captación. Las masas forestales, además de reducir el riesgo de desplazamientos de tierra, erosión y sedimentación, mejoran la pureza del agua, filtran contaminantes como los pesticidas y, en ocasiones, capturan y almacenan un recurso cada vez más escaso. Según se recoge en el documento, es más barato proteger los bosques que construir depuradoras y, además, se evitarían millones de muertes por la mala calidad del agua. Se insta a los gobiernos para que se esfuercen en proteger las cuencas de captación ya que es un buen ejemplo de cómo la inversión en salud medioambiental beneficia a las personas y a la naturaleza.

tracking