A todo hay quien gane

EL CURSO pastoral ya está puesto en raíles, con programa concreto y todo (el de León, sin ir más lejos, se presentó ayer mismo en el último día de la II Semana de Pastoral). El curso político anda traqueteando entre discordancias y promesas, como siempre y aún más si cabe. Y el curso educativo acaba de arrancar en estos días anteriores. En la totalidad de la provincia se han matriculado casi 67.500 alumnos (sumados todos los niveles y ciclos). Globalmente hemos perdido casi mil alumnos en el curso anterior fueron casi tres mil menos), si bien se han abierto veintidós unidades escolares nuevas, pero se han cerrado quince. No obstante hay un dato esperanzador que empieza a desmentir el progresivo envejecimiento de la población: en infantil ha habido un crecimiento de 700 niños con respecto al curso y a los curso pasados. Otro dato que puede interesar es que en la enseñanza concertada (casi exclusivamente confesional) se contará con más de 20.000 alumnos, lo que supone casi el 30 por ciento del total. Esto quiere decir que seguiremos de vez en cuando oyendo la cantinela de que desde las instancias públicas se favorece a la enseñanza privada y se olvida la pública, de que se beneficia económicamente a instituciones religiosas, de que los fondos públicos se ponen al servicio del adoctrinamiento sesgado de los alumnos y otras lindezas. Movida segura tenemos. Para el domingo 28 se anuncia la celebración del Día de las Migraciones . A León nos afecta doblemente: por las viejas inmigraciones de portugueses y caboverdianos a las zonas mineras y por las nuevas, evidentes en nuestras calles y campos. Ahora son europeos orientales, magrebíes y sudamericanos los que están llegando. Unos y otros se van integrando entre nosotros. De hecho van a ser 1.100 los extranjeros matriculados en nuestros colegios, la mayor parte procedentes de Hispanoamérica (en concreto, de Colombia y Ecuador). Otros datos: en la capital «con papeles» hay 3.763 foráneos (415 más que en el año pasado); de entre ellos 782 son colombianos, 405 ecuatorianos, 278 marroquíes, 227 portugueses y otros tantos argentinos, 225 rumanos y 102 chinos. La mayoría son mujeres (2.027), más de 3.000 cotizan a la Seguridad Social, pero un 30% están en paro. Bien venidos y bien hallados. Acomódense como en su propia casa. Que si no l es, puede y debe llegar a serlo. Y que acierten los políticos en las revisiones que pretenden de la Ley de Extranjería. Tengamos presente lo que fuimos en la Europa de los años sesenta y lo que somos como miembros de la gran familia humana, que no debe entender de fronteras y colores. Que para discriminar no hay razón que valga. Otras cosas. Lo reconozco. No tenía ni idea de que, tras la perestroika, tuviéramos los leoneses un párroco instalado en el corazón de las Rusias , a pocos kilómetros de San Petersburgo. Las alusiones en Ponferrada del señor Obispo (este sacerdote trabajó cuatro año en la Basílica de la Encina) y un reportaje en el seminario diocesano Día 7 me han quitado la ignorancia: José Francisco Teijeiro García (Kiko), de 29 años de edad, natural de Astorga, está con un compañero de Valladolid, como párroco de amplios territorios y de pequeño número de católicos. Está allá con el compromiso, en principio, de permanecer tres años, anda peleando con el idioma, reconoce dificultades para presentar libremente la fe católica (sólo uno de cada mil habitantes es católico y el porcentaje de ateos es muy alto) y a sus codiocesanos les pide oraciones, «que siempre se sienten y se agradecen». Esta alegría y la reciente reunión de misioneros astorganos compensa la contrariedad que el señor Obispo hubo de sobrellevar en la fiesta de la Encina al tener que suprimir su homilía ante la excesiva extensión del discurso del señor alcalde de Folgoso de la Ribera, encargado de hacer la ofrenda a la Patrona. Y es que los curas somos pesados en las homilías, pero a todo hay quien gane. Algún apunte más. Feliz y provechosa la estancia de las reliquias de Santa Teresita, con mención especial para la presencia en el Centro Penitenciario. Réquiem dolorido y esperanzada por el párroco de San Román de Bembibre , Luis Olano, músico, belenista y cabal, y por el operario diocesano de La Vecilla , Pedro G. Candanedo, amigo entrañable, publicista y bueno del todo.