Vuelve la sobriedad a Cibeles
La 38 edición de la Pasarela Cibeles, que este año intenta traer aires jóvenes a las creaciones, consolidándose al mismo tiempo como un salón internacional. En la primera jornada desfilaron Torreta, Larraizar y Verino. El argentino Roberto Torretta presentó una colección mas atrevida y sexy que en años anteriores, con faldas cortas drapeadas y pantalones pitillo. Torreta da importancia a cuerpos y blusas abullonadas, algunos recogidos en cinturones bajos, en materias suaves como punto de seda o gasa. En colores, dominan el blanco, negro y también esmeraldas y rojos. Javier Larrainzar apuesta por telas enriquecidas, tendencia que se puede apreciar este año en otros de los consagrados, como Jesús del Pozo. Larrainzar aplica encajes y pedrerías en algunas de sus prendas, como las faldas rectas a la rodilla en encajes dorados. Vestidos en raso blanco, combinados con toques plateados y estampados en blanco y negro lucen en la apuesta de noche de este diseñador. Despedida a Nieves Álvarez La primera jornada matinal de la Pasarela Cibeles sirvió de despedida en este salón de la modelo española Nieves Álvarez, que fue ovacionada por el público, que puesto en pie la aplaudió mientras ella recibía un ramo de rosas de la mano del director general de IFEMA, Fermín Lucas. La belleza de Álvarez eclipsó la presencia en estos primeros desfiles de la británica Stella Tennat. La jornada de la tarde se abrió con la maestría de Jesús del Pozo. El intento por dar personalidad a cada colección, por encima de las tendencias, en uno de los sellos que distingue esta edición de Cibeles. Verino mira al futuro a través del mar. Asegura que quiere superar la imagen del Prestige y devolver a las costas gallegas un aspecto limpio y a la vez fantástico y sofisticado. Utiliza sirenas y atlantes para las camisetas, pintadas a mano utilizando la serigrafía. Y en los accesorios hay piedras y figuras con formas de conchas.