El Rey afirma que nadie debe quedar excluido del sistema educativo

El rey Juan Carlos volvió ayer a Galicia, en su tercera visita institucional tras la catástrofe del Prestige, para inaugurar el curso escolar 2003-2004. Acompañado por la ministra de Educación, Pilar del Castillo, y el presidente de la Xunta, Manuel Fraga, el Monarca mostró su satisfacción por estar de nuevo en tierras gallegas «este año aún más cercanas» y abogó por una enseñanza basada en el principio de igualdad de oportunidades. Los más pequeños del colegio «Ponte dos Brozos», en la localidad coruñesa de Arteixo, sabían que alguien importante visitaría su escuela ayer, pero no tenían muy claro quién: fueron varios los padres que tuvieron que aclarar a sus retoños que el que llegaría de un momento a otro era «el Rey de verdad». Varios de los chavales de tres a seis años pudieron charlar con el Monarca, mostrarle sus trabajos e incluso ofrecerle regalos, entre ellos, una corona de papel. Todo ello, como es de esperar entre alumnos de edades tan tempranas, aderezado con algún que otro lloro e incluso tirones de corbata que don Juan Carlos recibió divertido. El Rey recordó en su mensaje que la Constitución recoge el principio de igualdad de oportunidades, en el que debe basarse un sistema educativo «del que nadie debe quedar excluido». Expresó además a todos los profesores «el más profundo reconocimiento de la Corona» y les animó a seguir formando a los alumnos. Incidió en la importancia del conocimiento de idiomas, de cara a la integración en una Europa, pero subrayó sobre todo la importancia de la enseñanza de valores para pertenecer a una comunidad sin fronteras, con diversas culturas, religiones e ideologías. El Rey también mencionó el papel destacado de las familias en la educación y las invitó a sumar sus esfuerzos a los de las escuelas, porque «en ellas se está forjando la España del mañana».