A LA ÚLTIMA
Agrupémonos todas
DESEMPOLVAR la historia suele ser casi siempre un proceso doloroso, especialmente cuando se trata de temas relacionados con las mujeres porque nos encontramos ante un espejo que nos devuelve una imagen para muchas desconocida pero alentadora a la vez: mujeres que se dejaron la piel luchando por conseguir su derecho a votar, su derecho a poder estudiar y trabajar, a tener hijos, y en definitiva su derecho a ser ciudadanas de primera en un país donde el machismo estaba y sigue estando muy arraigado. Prueba de ello es la cantidad de mujeres que mueren cada año en manos de sus maridos o compañeros sentimentales sólo porque un día decidieron poner fin a una relación frustrante. En Agrupémonos todas , título del último libro de Isaías Lafuente, el autor arranca con la aventura de aquellas primeras mujeres que un día, hace más de un siglo, pelearon por superar actitudes como la de un catedrático de la Universidad Central de Madrid que le espetó a María Elena Maseras, la primera universitaria española: «¡no quiero doctores con faldas!», o la de aquel otro miembro de un tribunal opositor que exclamó ante la embajadora María Rosa Boceta: «¡mientras yo esté en este tribunal no habrá en España una mujer diplomática!» No fueron estas las únicas que vieron como se pisoteaban sus aspiraciones más elementales, y de hecho el libro es un homenaje a las que el tiempo situó en un mundo que las anuló, las enmudeció y les robó sus derechos. Un homenaje que se extiende también a las que perdieron la vida para que nosotras hoy podamos disfrutar de una situación que me atrevería a calificar de privilegiada si la comparamos con la suya. Una situación que es un paréntesis en la historia de nuestro país. Un paréntesis que empieza con la aprobación de la Constitución de 1978, que marca un punto de inflexión en la vida de los españoles, pero muy especialmente de las españolas. Después de siglos de duermevela hoy sí podemos decir que España cambió de piel, de estructuras jurídicas y políticas, y que la reforma que se llevó a cabo fue tan espectacular que se redujeron las diferencias entre sexos, e incluso en temas como el de la educación las mujeres se adentraron en terrenos que hasta ese momento nos estaban prohibidos.