La sociedad gala inicia un debate en el que no participan los alumnos de los centros
Colegios franceses prohíben llevar a la vista el tanga y el ombligo
El Gobierno deja la decisión en manos de los centros, que imponen la indumentaria escolar
La moda femenina de enseñar el ombligo y la parte superior del tanga es la manzana prohibida de la discordia en algunos centros educativos franceses. La dirección del liceo de Ribeauvillé (nordeste del país) ha erradicado ese atuendo en nombre de la decencia y de la seguridad. Otros establecimientos han introducido en su reglamento interno el veto a llevar tanga a la vista. Algunas voces reclaman ya el regreso al uniforme o la separación de sexos en la educación. La semana pasada diez alumnas del liceo de Ribeauvillé fueron obligadas por la dirección a cambiar su atuendo por considerarlo provocativo. Dos muchachas tuvieron que enfundarse una camiseta con el emblema del instituto para seguir en clase. Tres días más tarde una manifestación de un centenar de estudiantes, vestidos de blanco, expresaron su descontento con la campaña contra ombligos y tangas. Este miércoles el consejo de administración del centro ha decidido exigir una «indumentaria correcta» en el centro. «Acepto que las chicas enseñen el ombligo, pero no en un liceo», declaró al periódico Le Parisien Claudine Wendling-Brickert, directora del instituto, donde hace tres años dos alumnos fueron sancionados por besarse en el patio. La moda de llevar los pantalones caídos bajo la cintura, con el ombligo y el tanga a la vista, ha abierto un debate entre profesores y padres de alumnos en el que el Ministerio de Educación, de momento, no ha entrado. Un portavoz del departamento señaló que la gestión de este tipo de problema corresponde a los directores de los centros, que deben apreciar si los estudiantes pueden o no entrar en las aulas en función de sus vestimentas. La socialista Ségolène Royal, ex-ministra de Educación Escolar, aprobó la prohibición. «Es bueno porque, a ojos de los chicos, el tanga reduce a las chicas a su trasero», opinó. «Luego nos sorprendemos de que las adolescentes sean víctimas de manoseos o abusos sexuales. Desgraciadamente, se les propone una sociedad en la que el cuerpo de la mujer se exhibe como una vulgar mercancía», añadió. Un estudio del Instituto Francés de la Moda atribuye al éxito de la prenda la progresión del 12% experimentada por el mercado de la ropa interior en los dos últimos años.