Cerrar
Publicado por
ROSA VILLACASTIN
León

Creado:

Actualizado:

HAN pasado ya unos días desde que vi por Telemadrid las imágenes de una empleada de hogar zarandeando, pegando, maltratado a tres niños de corta edad, y no logro arrancarme esa visión de la cabeza. Unos días en los que he oído todo tipo de explicaciones, algunas realmente sorprendentes como las del Defensor del Menor, haciendo un llamamiento a la calma para evitar que casos como este puedan desencadenar una caza de brujas contra los inmigrantes. Que yo sepa nadie ha despedido a la niñera de sus hijos después de ver el video, pero sí me consta que su difusión ha calado hondo entre muchas familias que no tienen más remedio que dejar a sus pequeños en manos de empleadas de hogar sin experiencia en el trato y educación de menores. Si alguna lección positiva se puede sacar de este asunto, es que muchos padres han tomado conciencia de que hay que vigilar con detenimiento el comportamiento de los pequeños para ver si realmente son tratados como personas o como animalitos. Pero lo que nadie ha explicado aún y estaría bien que lo hicieran es dónde se encuentra a día de hoy la mujer que maltrató a los trillizos, y sobre todo, por qué la dejaron en libertad si lo que estaba en juego era la integridad y seguridad de unos menores. Comprendo la preocupación de la Fiscalía por la «alarma social» que puede causar la difusión del video, así como la celeridad de la justicia por preservar la intimidad de la empleada, pero lo que verdaderamente me alarma y preocupa es que alguien que comete un delito, en este caso contra tres criaturas, pueda circular libremente por nuestras calles o pueda estar trabajando en otra casa cuidando de otros niños. Eso sí que me alarma. Como me alarmaría que a un padre que ha abusado de sus hijos, le dieran la custodia de los mismos. ¿Y a quién no? Es una lástima que videos como el emitido por Telemadrid no tengan validez en un juicio cuando es la prueba más contundente que hay contra la acusada, una vez que todavía está pendiente que un médico forense examine a una de las niñas. Pregunto: ¿A qué esperan? ¿A que pasen otros tres meses para que no queden secuelas, a que ya nadie se acuerde de lo que ocurrió en el seno de una familia en el mes de agosto pasado?