Flora y fauna

En Gredos se distinguen varios pisos bioclimáticos de vegetación habiéndose descrito unas 1.400 especies. En la cara norte predomina el matorral (piornos, brezos, jaras y leguminosas) mientras que la escasa vegetación arbórea está constituida por pinos y manchas dispersas de roble rebollo en el valle del Tormes. La encina se presenta predominante en estrato arbustivo y formas amatorraladas. En cuanto a la cara sur, en su parte basal abundan encinas, alcornoques y pinos. Más arriba, los rebollares se alternan con castañares y prados de siega o con pino silvestre de repoblación. Aunque las zonas más altas están dominadas por los piornales unidos a enebros, también encontramos pastos de altura, turberas y el principal valor ecológico de la Sierra: la vegetación rupícola. Adaptada a vivir aprovechando los menores resquicios de roquedos y grietas y soportando durísimas condiciones ambientales, se han descrito 14 endemismos. La elevada altitud de Gredos y las características de su relieve, hacen de ella un destacado enclave faunístico puesto de manifiesto con la existencia de más de 230 especies de vertebrados, entre las que se encuentran numerosos endemismos. Los más destacados son la capra hispanica, la salamandra de Almanzor, el sapo de Gredos y el topillo nival abulense. Entre la abundante variedad de aves destacamos, águilas imperial, real, calzada y culebrera, cigüeñas común y negra, buitres leonado y negro, gavilán, alimoche, pechiazul, acentor alpino, tórtola o garza imperial. Los mamíferos son también numerosos, aunque el elemento más emblemático es la cabra montés, perfectamente adaptada para vivir y desplazarse por el agreste y pedregoso terreno de la sierra. También hay presencia de gato montés, lince, nutria, desmán de los Pirineos, jabalí o zorro.