El proyecto «Cervantes» durará diez días y cumplirá proyectos biológicos, físicos y educativos
La misión de Duque avanzará en los estudios sobre oncología y vejez
La expedición, en la que participa Pedro Duque, parte con éxito hacia la Estación Internacional
El dúo Soyuz, compuesto por la nave TMA-3 y el cohete FG, que elevó ayer a la órbita al astronauta español Pedro Duque, al estadounidense Michael Foale y al ruso Alexandr Kaleri, es el vehículo espacial más antiguo pero también el más seguro y económico del mundo. La nave fue lanzada en la madrugada de ayer desde la Rampa Número 1 del Cosmódromo de Baikonur, en la república centroasiática de Kazajistán. Los tres cosmonautas cumplirán la misión Cervantes de la Agencia Espacila Europea. El ministro de Ciencia y Tecnología, Juan Costa, destacó ayer que la misión «permitirá a medio y largo plazo avanzar en los procesos de envejecimiento, oncológicos y patologías muy importantes». El ministro llegó el viernes a Baikonur par asistir al lanzamiento. Justamente este vuelo de Soyuz, además de ser el primero con un español a bordo, hace el número 800, entre tripulados y automáticos, desde que en noviembre de 1963 fuese lanzado el primer conjunto de este tipo. De este modo, los 40 años de servicio permiten compararlo al legendario automóvil de la VW y lo convierten en el «escarabajo» espacial, hasta el punto que diseñadores rusos y extranjeros, presentes en Baikonur, aseguran que sigue siendo «el cohete más perfecto y esbelto de todos los tiempos». Pero el cohete portador es aún más antiguo, pues, aunque perfeccionado en centenares de modificaciones, sigue siendo virtualmente idéntico al mítico R-7, diseñado por el padre de la astronáutica soviética, Serguéi Koroliov. Acoplamiento El acoplamiento de la nave a la estación está previsto a las 7.17 GMT de la mañana de mañana lunes. La misión, que durará diez días, deberá cumplir 24 experimentos biológicos, físicos y tecnológicos, así como observaciones de la Tierra y programas educativos. España apoyó este programa con 12 millones de euros, que hizo posible este vuelo, imprescindible además para el mantenimiento de la ISS (Estación Espacial Internacional en sus siglas en inglés) desde que la catástrofe de la nave estadounidense Columbia paralizó los vuelos de los transbordadores norteamericanos. Durante medio año Foale y Kelri constituirán la tripulación permanente de la estación. «El Gobierno está satisfecho con la participación de manera activa en la misión» Juan Costa Ministro de Ciencia y Tecnología