El ilusionista estadounidense David Blaine puso ayer fin a sus 44 días de encierro en una pequeña caja sobre el río Támesis, en los que ha sobrevivido sin comida y, también, a las bromas pesadas de muchos londinenses. A las 21.30 GMT el mago, de 30 años, dejará de ser una de las «curiosidades» más visitadas en los últimos días de la capital británica, además de constante fuente de controversia. A esa hora Blaine cumplirá el reto que se marcó el 5 de septiembre: estar mes y medio suspendido en una caja de metacrilato de dos metros de alto, dos de ancho y uno de fondo junto al famoso Puente de la Torre de Londres, sin más ayuda alimenticia que el agua. Lo hará sensiblemente más delgado, hasta 20 kilos menos, con barba y entre las alertas de los médicos sobre su salud, pues no podrá volver a comer con normalidad en varios días y deberá ingresar acto seguido en un hospital, posiblemente durante una semana. Se calcula que más de 250.000 personas han acudido al «señuelo» ideado por el mago, un experto en la promoción publicitaria, y algunos hasta le tiraron patatas, huevos o frutas, por lo que Scotland Yard tuvo que establecer un operativo de protección.| efe La permanencia del mago dentro de la caja ha sido filmada sin cesar por la cadena de televisión británica Sky, pero son muchos los que se resisten a creer que Blaine haya estado 44 días sin comer y que creen que ha tenido que haber algún
.
, afirmó hoy junto al Puente de Londres el parapsicólogo Uri Geller, famoso por su capacidad de doblar cucharas con la mente. Según el último informe médico, David Blaine siente
, su visión es borrosa, tiene problemas para respirar y ya ha comenzado a experimentar los efectos del ayuno, por lo que deberá volver a comer de forma muy paulatina. El experto en nutrición Marinos Elia, de la Universidad de Southampton (Inglaterra), asegura que Blaine podría morir de repente si vuelve a alimentarse de golpe y que deberá ser vigilado de cerca para evitar disgustos. Al concluir otra de sus famosas
, como fue sobrevivir 61 horas dentro de un bloque de hielo de seis toneladas, el ilusionista aseguró sentirse desorientado a causa de la falta de sueño. Seis meses antes, David Blaine permaneció una semana dentro de un tanque con agua, lo que le hizo perder doce kilos. En su hazaña de Londres, el estado de salud del ilusionista estadounidense ha podido ser controlado gracias a un tubo que también le ha permitido hacer sus necesidades dentro de la caja, mientras otro tubo le ha dejado beber. Los médicos aseguran que en ese último tubo no ha habido más que agua y que no contenía sustancias como glucosa o sodio, que hubieran permitido al ilusionista aguantar mejor el tipo. En cuanto salga de su caja, para lo que posiblemente necesitará ayuda, Blaine será colocado en una camilla y trasladado a un hospital, donde comenzarán a administrársele complementos minerales y víveres ligeros, según ha explicado su portavoz. En sus últimas horas en la caja de metacrilato se aprecia la debilidad de Blaine por la forma en la que saluda a los curiosos, cuyo número se espera elevado para el momento de su
, a pesar de que será bien entrada la noche. Aunque este amante de la publicidad ha logrado estar en el
durante casi dos meses, el Libro Guinness de los Récords se ha negado a registrar su hazaña. Sus responsables se oponen a premiar gestas relacionadas con el ayuno e inciden, además, en que otras personas han permanecido encerradas más tiempo en reductos todavía más peque
