El Príncipe defiende la palabra
Don Felipe no dejó escapar la oportunidad de ensalzar la Carta Magna destacando que «España nunca antes ha sido más libre, más próspera, más capaz y admirada» ante el público reunido en el teatro Campoamor
El Príncipe de Asturias rindió ayer un sentido homenaje a la Constitución Española en su discurso en el acto solemne de entrega de los Premios Príncipe de Asturias 2003 celebrado en el Teatro Campoamor de Oviedo. El heredero de la Corona vinculó el acto que presidía a la conmemoración del aniversario de la Carta Magna y dedicó un recuerdo a los «padres» de la Constitución así como a quienes dejaron su vida víctimas de la violencia mientras defendían la libertad que la propia Constitución ampara. Tras la entrega de los galardones y las intervenciones del presidente de la Fundación Príncipe de Asturias, José Ramón Álvarez Rendueles, y de algunos de los premiados, Don Felipe pronunció un discurso en el que rindió tributo a la Constitución que este año cumple su XXV aniversario y que «nació para que España fuera un lugar entrañable para la convivencia pacífica de nuestra enriquecedora pluralidad de culturas y sentimientos y nunca espacio para la división, la insolidaridad y la discordia», dijo. Amparo y guía Añadió que «bajo su amparo y guía, España ha liberado lo mejor de sí misma y ha desplegado, con extraordinaria vitalidad, muchas de sus grandes posibilidades y lo más especial de sus recursos humanos, entre los que destaca, por su importancia, la integración de la mujer en todos los ámbitos de la vida social, de los que tan injustamente había estado excluida». Subrayó Don Felipe que «nunca antes España ha sido más libre, más próspera, más capaz y admirada que en esta época iluminada por nuestra ley de leyes». Don Felipe quiso expresar «un recuerdo, impregnado de honda gratitud, para quienes hicieron posible nuestra Carta Magna y para los que sacrificada y lealmente la han desarrollado y aplicado. «Para aquellos que, tras heredar una sociedad marcada por la guerra, tuvieron la nobleza de ánimo y la generosidad necesarias para hacer, de las Españas que helaban el corazón del poeta, la España democrática en la que vivimos. Todos ellos contribuyeron con lucidez y altura de miras a esa noble tarea de reconciliación», señaló don Felipe. El Príncipe recordó también a «quienes, víctimas de la intolerancia y el terrorismo, han perdido sus vidas defendiendo su libertad y la libertad de todos». Antes, intervinieron algunos de los premiados: las escritoras, Joanne Kathleen Rowling, Susan Sontag y Fatema Mernissi, el filósofo alemán, Jürgen Habermas, y el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva. La creadora de Harry Potter, J.K. Rowling, dijo que el Premio Príncipe de Asturias de la Concordia tiene especial significación para ella por reconocer precisamente aquello de lo que se siente más orgullosa, «el hecho de que tantos niños, provenientes de condiciones y circunstancias tan distintas, hayan elegido acompañar a Harry en sus cinco años en Hogwarts». Por la Constitución Europea Jürgen Habermas formuló su deseo de progresar en la Unión Europea advirtió del riesgo que la división europea en torno a la guerra de Irak puede entrañar en ese sentido. Señaló que «está sobre la mesa una Constitución para la Europa común. El proyecto no puede ser derribado en el último momento por egoísmos nacionales. Y tampoco la carga de profundidad atlántica de una guerra contraria al Derecho Internacional puede separar de nuevo a la nueva España democrática de la 'vieja' Europa». Según el filósofo alemán, «en este país vital se ha formado en pocos años una sociedad moderna. La escritora marroquí, Fatema Mernissi, tomó a las figuras del cowboy y Simbad como símbolos de occidente y el mundo árabe, respectivamente, y dijo que «es posible imaginar, tomando como modelo a Simbad, una globalización en la que el papel de los estados consista en facilitar a los ciudadanos el conocimiento de las técnicas de comunicación y el arte de la navegación y el viaje, porque Simbad es lo contrario del emigrante, siempre regresa a Bagdad. Elogio a la literatura Por su parte, la escritora estadounidense Susan Sontag se centró en la literatura que es «la suma de todo lo que mejora, enaltece y hace más necesaria la actividad literaria». Según dijo, «la literatura es una arena de logros individuales, de méritos individuales. Deberíamos leer a través de las fronteras nacionales y tribales: la gran literatura debería transportarnos». Para Sontag, «las diversas pautas de excelencia literaria, en el seno de las literaturas en todos los idiomas y en la gama entera de la literatura mundial, son una lección cardinal sobre la realidad y la conveniencia de un mundo que aún es irreductiblemente plural, diverso y variado». Texto