La comunidad islámica española apoya quitar los crucifijos de las aulas
El presidente de la Unión de Comunidades Islámicas de España (UCIE), Riay Tatary, se mostró a favor de la retirada de los crucifijos en las escuelas públicas «por coherencia con lo establecido en un estado aconfesional, a través del diálogo y no como han hecho los musulmanes en Italia». Por su parte, la Confederación Nacional Católica de Asociaciones de Padres considera «coherente» la conservación de los símbolos religiosos en las aulas, ya que el 80% de las familias con hijos en la escuela pública optan por la asignatura de religión. Tatary afirmó que «no queremos crear polémica en los tribunales, sino llegar a un acuerdo sobre este tema dialogando». Además subrayó que la presencia del crucifijo no supone daño para el musulmán, «no nos afecta a nosotros, sino a la administración educativa de un estado aconfesional, que no debería mantener símbolos rreligiosos en sus centros». No obstante, advirtió de la existencia de «obstáculos» en la enseñanza de la religión islámica en la escuela pública que el diálogo no ha resuelto, y anunció que «algunos padres están estudiando demandar al Ministerio de Educación por la falta de desarrollo del convenio firmado hace ocho años sobre el régimen de enseñanza islámica y que sólo ha llegado a aplicar Ceuta Y Melilla desde hace dos cursos. ¿Y la penísnsula? ¿No es España?» se preguntó. Por su parte, la organización de padres respondió a las peticiones del PSOE y la Confederación Española de Asociaciones de Padres de Alumnos (CEAPA) que solicitaron la retirada del crucifijo de las aulas públicas, señalando que el 80% de las familias españolas desean que sus hijos reciben una enseñanza religiosa. Concapa anima alos padres católicos de la escuela pública a «crear e intervenir» en asociaciones de padres que «realmente les representen y defiendan», además de calificar de «inadmisible» que algunos partidos políticos «pretendían adoctrinar en la escuela pública» .A su juicio, resulta «intrasigente, retrógado y escasamente democrático» pretender imponer un laicismo como idea única y excluyente. «No deja de sorprendernos que se admita en hospitales y colegios la diversidad en la comida para no ofender a los musulmanes, y se pretenda suprimir el crucifijo de nuestras aulas, símbolo que, además de su carácter religioso, nos identifica también en muchos otros aspectos culturales o sociales», subrayó. El PSOE ha presentado una proposición no de ley para que el Gobierno adopte la medida de retirar los crucififos de las aulas públicas. Se trata de hacer de la escuela «un espacio común, neutral y respetuoso con todos». según explicó la diputada socialista Amparo Valcarce. Además afirmó que «el reforzamiento democrático de esta medida evitaría los enfrentamientos, porque el respeto y la tolerancia es lo más importante».