Las temidas lesiones
Antes de comenzar con cualquier deporte conviene asesorarse por un profesional que ayudará a evitar lesiones musculares provocadas generalmente por el sobreesfuerzo. Así, se habla de los problemas en las rodillas y los tobillos en los corredores, los calambres en los nadadores, los dolores en las rodillas de los ciclistas, el codo del tenista o los esguinces en futbolistas y baloncestistas. Los expertos clasifican las lesiones musculares teniendo en cuenta su origen y, por tanto, su gravedad, distinguiendo las no traumáticas motivadas por el sobreesfuerzo entre las que están las agujetas, los calambres y las contracturas, y las que tienen un componente traumático, tanto de origen externo (contusión), como interno (tirón, rotura de fibras). Para evitar su aparición, se recomienda dedicar de 10 a 15 minutos antes de iniciar la sesión a realizar ejercicios de calentamiento. Concluida la práctica deportiva, conviene relajar y estirar los músculos al menos 5 minutos.